Viajar es una de las experiencias más hermosas y enriquecedoras que puede tener una persona. La ciudad en particular es como cualquier otra ciudad europea grande. La diferencia radica en la tranquilidad que se puede vivir, una temperatura ideal, arquitectura preciosa y paisajes soñados.
Pero hay uno que se destaca entre los demás, hace que mi corazón lata mas rápido, que recuerde a esa mujer, una chica de hermosura sin igual y una bondad radiante. Una persona amable, sensible, una amante sin igual, que se entrega por completo.
Ya han pasado 2 años desde la última vez que pude ver personalmente a mi Valkyria, mi Diosa, mi amor europeo.
Mientras sigo aquí, en este rincón del mundo, esperando volverla a ver, pero continuando con mi vida. Aprendiendo, tropezando, avanzando, progresando, esperando...
Si, esperando el momento en el que la vuelva a ver, no me importa en que circunstancias, quiero ver su bello rostro, su cuerpo divino, escuchar su voz de princesa, poder apreciar esas ropas ceñidas al cuerpo que utiliza y me vuelve loco...
Espero se de pronto, no puedo esperar para amarla de nuevo...