Lo mejor de estar un tiempo alejado de una ciudad es que cuando regresas a ella siempre ofrece, o lo mismo pero que te da la impresión de que lo vez por primera vez, o directamente lugares nuevos.
Así me ocurrió con esta hermosa fuente que fotografié hace poco en una mañana nublada. Me gustó volver a reencontrarme con su diseño sencillo, con ese aspecto envejecido de sus piedras, y con ese gran plato del que borboteaba el agua, juguetona.
Pero durante el paseo también me alegró encontrar nuevos lugares, como una cafetería de aire hawaiano,
que poseía un alentador mensaje de vida saludable, vida feliz en forma de oleaje, todo en plan muy marítimo y relajado.
Además, vi que había un nuevo restaurante mexicano, de aspecto desenfadado y nombre muy mexicano, a la vez que con un diseño moderno y atrayente.
Y también un restaurante hindú que tenía una imagen sofisticada y muy cuidada, con una decoración que sugería la estética del país, pero también cierta sencillez en sus líneas.
Por último, culminé el paseo admirando un hermoso carrusel antiguo que divertía en la Plaza Mayor a algunos niños. Me encantó ver esos diferentes vehículos dentro de ese mágico carrusel todo ilusión y sueño.
Todas las fotos las tomé con la cámara de mi teléfono Samsung A12.