El nuevo gobierno de Groenlandia no concederá más permisos para explotar su subsuelo

El Ártico contiene el 13% de las reservas de petróleo y el 30% de las de gas natural, además de oro, diamantes y uranio.

El calentamiento climático está derritiendo el hielo acumulado durante miles de años en esta isla ártica, propiciando tanto la apertura de nuevas vías marítimas de comunicación como la exploración y previsible explotación de los importantes yacimientos de materias primas que guarda el subsuelo. Parece probado que Groenlandia alberga el 13% de las reservas de petróleo aún no descubiertas, y del 30% de las de gas natural. Además, ya se han obtenido importantes muestras que delatan la existencia de importantes yacimientos de oro, diamantes, uranio, zinc y plomo.
La isla dispondría también de importantes extensiones de lo que se denomina como tierras raras, cuyo valor se ha multiplicado en razón de su necesidad para las tecnologías más punteras, por ejemplo para la fabricación de los smartphones.

Tan grande como toda la UE, Groenlandia dispone de importantes extensiones de tierras raras, indispensables para las tecnologías punteras

La isla había sido contemplada siempre como un lugar inhóspito, en el que la población autóctona de inuits (esquimales) vivía en la monotonía de unas tradiciones simples: caza de focas y ballenas, pesca de las especies de las profundidades árticas y contemplación de los osos polares, cada vez más atónitos por la acelerada pérdida de hielo en la banquisa y la pérdida de caladeros, ya que la pesca indiscriminada está poco a poco vaciando los océanos de pescado.

Nuuk, la capital, se rige al compás de los dos únicos semáforos que regulan el tráfico de sus cuatro calles, y a ella llega todos los años puntualmente la subvención de 429 millones de euros que le envía Dinamarca, el 50% del presupuesto de este territorio autónomo aunque bajo soberanía danesa.

Las riquezas favorecen el sueño independentista

Los anteriores gobiernos vieron en las perspectivas de acceder a las riquezas en materias primas la mejor razón para preconizar la independencia de la isla y regirla conforme a leyes que facilitaran la llegada de inversiones extranjeras. Así, se multiplicaron los permisos de exploración y cata a empresas británicas, norteamericanas y sobre todo chinas.

El apetito de Pekín por asegurarse el suministro de materias primas llevó al anterior gobierno a probar la denominada Ley a Gran Escala, disposición que autorizaba a importar mano de obra extranjera barata y privada de derechos laborales. Amparado en esa disposición Pekín contaba trasladar al pueblo groenlandés de Isua unos 3.000 obreros chinos, encargados de construir una mina para la extracción de hierro y un puerto adyacente para su embarque y exportación.

El sueño pospuesto de nuevo rico

El gobierno de Groenlandia tiene delante de sí una tarea ingente: la de demostrar que el mantenimiento del modo de vida tradicional y la preservación del medio ambiente merecen más la pena que el sueño de las riquezas que prometían sus anteriores adversarios políticos.

Los 57.000 inuits no se han dejado llevar por la codicia, desean vivir como sus antepasados en armonía con la madre tierra.