Hay fragmentos de vida que parecen eternos, como si el motor que mueve al mundo se quedara sin gasolina. Entonces miro a los lados para confirmar que es cierto, pero nada. El mundo vuelve y arranca, y no me da tiempo de verte para comentarlo. No da tiempo de cerrar los ojos, de bañarse en viento. Y cuando me doy cuenta, ya llegué y debo bajarme del metro.
Mañana será un mejor día, te lo prometo.