Escribir acerca de cosas que uno piensa que van a suceder en el futuro siempre es difícil, porque mayormente son especulaciones basadas en pequeños indicios que uno observa, pero escribir sobre cosas que ya sucedieron y han quedado registradas en la historia es menos complejo, ya que hay muchas fuentes que pueden ser consultadas y analizadas. Lo que mucha gente no sabe o no entiende a cabalidad es que algunos eventos de la historia tienden a repetirse casi como una calca, con pocas variantes.
Tomemos por ejemplo Alemania después de la Primera Guerra Mundial, en ése entonces conocida como la Gran Guerra. El País sufría de una hiperdevaluación tan severa que se imprimían billetes de muy altas denominaciones

pero que en realidad no tenían prácticamente valor alguno, al grado que los niños jugaban con pacas de billetes

Esto supuso grandes problemas y sufrimientos para la población que estaba acostumbrada a un nivel de vida mas seguro y placentero

Los historiadores registran que un periódico se pagaba con una carretilla llena de marcos, por lo poco que valía, y no es difícil imaginar lo que era intentar comprar las demás cosas necesarias para la vida diaria, es, en ése marco de circunstancias que ascendió al poder Adolf Hitler, quien le prometió a la población alemana que bajo su gobernación el país instauraría el Tercer Reichstag Alemán que duraría mil años de prosperidad y progreso, lo que no sabía el pueblo alemán es que en realidad entrarían en una guerra que los llevaría de nuevo a una vergonzosa derrota y a mayores sufrimientos

Parte de la retórica usada por Hitler consistía en culpar a una minoría de la población, como los causantes de todos los males que los aquejaban y por ello sus proclamas pregonaban que en caso de que él ganara en su ascenso al poder, todos los judíos tendrían que abandonar no sólo Alemania, sino toda Europa

El gran escritor Colombiano Gabriel García Márquez, en una de sus prestigiosas novelas, nos legó esta hermosa frase "Crónica de una muerte anunciada" que hoy nos sirve de pie para ilustrar un evento que a mi juicio está por repetirse tal cual, y es que en una actualización de dicho panfleto de proclama que acabamos de ver, hoy diría "En caso de que gane Trump, todos los mexicanos deberán salir de su país" y las similitudes son en verdad inquietantes, pues su campaña la empezó precisamente culpando a una minoría (la mexicana) de los males que aquejan a su país y ha ganado la presidencia, gracias a un sentimiento racista, nacionalista exacervado, homofóbico y segregacionista ya arraigado en la nación norteamericana desde su misma formación como tal.
Al igual que lo hacía Hitler, Trump promete con volver a hacer a su nación grande, y lo único que está logrando es llevarlos en su locura a una situación de guerra que es obvio que no van a poder ganar, porque al igual que en los días de la Alemania nazi, aunque contó con un ejército grande y poderoso, su dinero no valía nada y las guerras también se ganan en base a la economía, y en ése sentido, estados unidos está igual o peor que Alemania, pues sus empresas productivas se han salido de su país, y su moneda no vale nada debido a la hiperinflación que ellos mismos han provocado, debido a la enorme cantidad de papel moneda que han impreso

También debido a que abandonaron el patrón oro desde 1971 bajo el gobierno de Richard Nixon y ya no cuentan con reservas de oro en prácticamente ninguna de sus bóvedas

Y con respecto al respaldo en petróleo que les hacía Arabia Saudita, también prácticamente está finiquitado pues dicho país ya ha firmado nuevos acuerdos con China y Rusia, en los que no interviene el dólar como moneda de pago

Para colmo de sus males, le deben enormes cantidades de dinero a China, que es su principal competidor en prácticamente todo sentido
Recordemos que para ganar las guerras es necesario contar con una buena economía

No olvidemos que los crímenes no se cometen de un sólo lado, no hay buenos y malos, como mucho han pregonado los gringos en sus películas, muchas atrocidades de guerra también fueron cometidas por los ejércitos aliados

como los crímenes cometidos en Tokio por los norteamericanos precisamente. La guerra, cualquier guerra, la empiece quien la empiece, siempre es cruel e injusta para la humanidad.
Los síntomas de la devaluación internacional del dólar ya saltan a la vista, para quien los quiera y los sepa ver

Algunos países que están más íntimamente ligados a la economía del dólar, como en el caso de México cuyas reservas internacionales están casi todas en dólares, pasan por un fenómeno engañosamente contrario pues el dólar ha subido de valor de manera artificial gracias a un proceso conocido como deflación, pero dicho proceso no podrá ser sostenido de manera permanente

Su economía, es literalmente como una pompa de jabón, débil y a punto de reventar en cualquier momento y totalmente vacía por dentro, Hitler pensó erróneamente que una guerra sería el vehículo perfecto para llevarlo de nuevo a la prosperidad y la bonanza, cuando sus verdaderas motivaciones eran el odio y el rencor; y su gobierno no llegó a los mil años prometidos, duró poco tiempo y afectó totalmente a aquellos países que se aliaron con él
De manera similar, hoy podría repetirse la historia y podríamos ser nuevamente testigos de cómo desaparece una nación que se asume como súper potencia y afecta a quienes se alíen con ella, a través de otra guerra cruenta, inhumana e injusta, y ver ondear una bandera vencedora en su edificio más emblemático como nación, la casa blanca, como en su momento lo fue la bandera rusa ondeando en el Reichstag

Hitler prometió que exterminaría totalmente a los judíos de Alemania, hoy Hitler ya no está y los judíos vuelven a prosperar no sólo en Alemania.

Ningún gobierno de hechura humana es totalmente perdurable, así como el hecho de que ninguna nación que se asuma como imperialista, invasora y predadora será tenida en estima por parte de las demás naciones. El tiempo es quien tiene la última palabra.

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