A veces me cuesta fingir que todo está bien –palabras- ahm, supongo son actitudes propias, algunas son actitudes tomadas de alguien más, cosas que solemos hacer para tratar de ser mejor personas.
Camino en dirección de una puerta, es tarde 3 con 27 minutos de la madrugada para ser exacto, una puerta de madera algo vieja, mi visión cegada por el cansancio –por la impaciencia- tome la perilla, la gire y empuje la puerta, la luz de la luna se reflejaba por la ventana iluminando la habitación, unos muebles, una botella.
-¿Qué haces despierto a esta hora? .
-¿padre?.
-Sí, anda. Sigue adelante después de todo esta también es tu casa.
Era mi padre, el gran hombre que siempre me cuido, del que aprendí a ser fuerte, el que siempre estuvo para mí cuando necesite de alguien. . .
-¿sabes? Recuerdo que cuando estabas pequeño aquí era donde venias a dormir entre mis brazos, mientras yo pasaba horas sin dormir estudiando cromosomas, hoy eres un gran hombre, tu madre te crio bien, no puedo estar más orgulloso de ti, nunca fui un hombre de decir muchas cosas, nunca supe decirte cuanto te quiero, tsukki eres mi hijo, mi vida, siempre dije que eras un tonto, que soñabas demasiado. Pero, de ti aprendí que si no se sueña te vuelves arrogante, sin sentido, vaya. Se supone que los padres deben darle lecciones a su hijo en cambio yo las recibía de ti.
-padre, tengo miedo.
-¿le temes a morir?.
-¡no!.
Mi padre me miro sorprendido.
-entonces ¿a qué le temes?.
-siempre viví para y por la ciencia, no está mal, siempre evite enamorarme hasta que apareció ella, sus ojos, dulce universo donde quiero navegar, no son azules, no son verdes, pero en sus ojos encontré mi mundo, morir es simple padre mío.
-¿simple?.
-veras, a esto se le llama vida por esos momentos en nuestros días donde reímos, donde lloramos, donde nos sentimos perdidos, son pequeños recuerdos, pequeñas cosas, momentos que nos llenan, a eso se le llama vivir, no importa si hoy muero, no importara porque viví a gusto, por que supe apreciar a cada persona –lagrimas- sé que estoy llorando padre, no estoy triste, no me quejo, es la vida que me tocó vivir, pero pido cada día poder resistirlo, que mi corazón no se detenga, porque quiero más recuerdos, quiero vivir en tu memoria, quiero vivir en la memoria de hina, quiero que ella sonría cada día de su vida así este con alguien más soy consciente que ella es joven, que es bella, que debe continuar su vida, el primer acto de la vida es simple, te excita, el segundo es donde vienen las responsabilidades, lo aprendí de ti.
-goteo-
Mi padre se puso de pie, me abrazo fuertemente.
-estas en lo cierto, no tengo palabras, son como las copas.
-¿Cómo las copas?
-sí, veras.
Hizo una pausa, tomó dos copas y vertió alcohol en cada una, me dio y el conservo la otra
Pensé.
–vendrás con la tontada del vaso medio vacío o medio lleno-
-¡no estoy deprimido!- dije
-no me has dejado terminado. Mira toma la copa. -Guardo silencio-
Cierto tiempo después empecé a sentir dolor y cansancio en los tendones, en el brazo.
-¿entiendes? Hijo no se trata en si eres alguien que ve una copa media vacía o medio llena, el dolor se basa en cuanto tiempo lo sostienes, en cuanto tiempo lo callas, en cuanto tiempo andas por la vida con él, cosas como el miedo es común ahí afuera .
–señaló la calle a través de la ventana.
- ¿cambiarás el amor de tu vida por miedo? Si es así eres un completo idiota ¿eres un idiota tsukki?
“Muchos de los fracasos en la vida suceden porque la gente no se da cuenta lo cerca que están de tener éxito cuando se rinden.”
Muchas gracias por su tiempo un saludo.