Saludos personal de steemit, deseo que se encuentren bien y con excelente energía para continuar navegando por los tranquilos post de esta plataforma. Hoy quiero contar brevemente a través de una décima, que le coloqué por nombre “los pecaítos”, del siglo pasado, década del 60. Era en aquellos años de 1969, cuando las fincas y/o haciendas se hacían a punta de hacha y machete, tumbando montañas y quemando palos. Para ese entonces yo me encontraba trabajando de obrero (tumbando montañas), para un señor de nombre chilinguee, en un sector conocido hoy día como “camellón la polar”, ubicado en el km 43 de la vía de Encontrados hacia el Guayabo en el municipio Catatumbo del estado Zulia, también en esa época se vivían momentos difíciles en el país, por tanto el trabajo era rústico y pesado.
En esa época existía como que más unión familiar, ya que yo recuerdo ayudar económicamente a mis hermanos, con lo poco que ganaba, pero rendía en cuanto a las compras. Mi hermana mayor, Aura era la que más hijos poseía, no recuerdo cuántos tenía para esa época, pero si les puedo decir que fue la que parió más muchachos, ya que tuvo un total de 24 hijos; bueno, pero el caso es que su esposo Pancho hacía maravillas para mantener esa numerosa familia, que Dios lo tenga en la gloria, mi difunto cuñado. En esa época que les cuento era fuerte la situación en Venezuela en todos los sentidos, pero más aún en el trabajo, ya que uno se internaba en esas montañas a trabajar y en muchas ocasiones pasaba tiempo sin ver civilización alguna.
Recuerdo que donde yo me encontraba trabajando, cerca me quedaba un riachuelo, el cual utilizaba para la pesca, ya que para aquellos tiempos uno se alimentaba de carne a través de la pesca y la caza, que por cierto era numerosa en Venezuela. Pancho mi cuñado, vivía distante de donde yo estaba, pero constantemente me visitaba, en busca de lo que yo le pudiera guardar, referente a pesca y caza. Fue así que en una oportunidad le compuse la décima que les mencioné llamada “los pecaítos, la cual les dejo a continuación.
Gracias por haberse tomado el tiempo para escucharla, hoy en día no quedan muchas personas de mi época con las que yo pudiera dialogar al respecto y compartir con ellos momentos de añoranzas y tantos recuerdos hermosos de esa Venezuela bella, que aún está viva en mi mente.