La primera vez que leí sobre el haiku estaba conversando con un amigo en la sección de comentarios de uno de sus posts. Él me contaba que había sido HACKEADO. 500 STEEM fueron robados de su cuenta. Yo, obviamente, estaba asombrada (también algo temerosa por los 4 STEEM que tenía en mi monedero en ese entonces y de los cuales estaba muy orgullosa). No tenía idea de qué decirle para hacerlo sentir mejor.

Le escribí (en inglés) una respuesta corta que decía: «Mierda. Honestamente no sé qué decirte. Lo siento mucho.» (fue la respuesta más sincera que se me ocurrió en ese momento) e inmediatamente me respondió un bot. Sí, un bot. El bot —@haikubot— al parecer estaba programado para detectar comentarios con las características de un haiku, ¡y el muy desgraciado había transformado mi sincero mensaje en uno! No pude evitar reírme por lo inapropiado del asunto, pero definitivamente su aparición aligeró un poco el ambiente.