Quiere ser la única en su vida, ve claro lo que es oscuro, haciendose un mundo propio en su cabeza, no escucha, no oye nada de lo que está a su alrededor; solo el palpitar de su corazón, solo lo que ella quiere oír, solo lo que quiere ver, solo es su imagen perfecta… hombre lleno de virtudes, eso es lo que ella siempre ve.
Cuando un mujer ama a un hombre quiere verse bella para él, aunque no la mire, sus defectos se convierten en ventaja, sus desprecios en mal humor... el nunca se equivoca, pasa por un mal momento, frío y distante en ocasiones, hombre ocupado y laborioso, siempre al pendiente de cosas importantes… eso es lo que ella siempre cree…
Cuando una mujer ama a un hombre se convierte en ciega, pues no ve que tiene otras, sufre en silencio sus devaneos, calla y le da la razón en todo… para ella son primero sus necesidades, sus deseos, sus caprichos… no importa lo que cueste y cuantas lagrimas derrame, hacerlo feliz y complacerlo, es su norte y su fin… se convierte en su mejor amiga, en su confidente, en su amante.
Cuando una mujer ama a un hombre ´´le dice ¡mi amor voltea y ve que estoy aquí!, a tu lado, para siempre, incondicionalmente… aunque en el fondo sepa que ese amor que siente, le traerá desdicha y dolor... pero todo lo perdona, aunque se repita mil veces… amor no me lastimes yo soy para ti, lo que anhelas tu otra mitad… tu alma gemela.
Crédito de texto
Elena Andueza Martín
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