Soñador, sujeto buscador de tesoros, una mente brillante y de dilemas constantes, pues había algo dentro de sí que frecuentemente era el motivo de su desveló, siempre viajando siempre atento, con el propósito de cumplir un anheló, que va mas allá de lo inanimado y las riquezas que en su trecho se cruzaban, pues nunca acostumbró a no ver más allá de ese horizonte, continuamente fastidiado, aburrido en busca de resolver un conflicto interno.
Sin creer en patrañas y manipulación, en estados beligerantes y carentes de espiritualidad, deseando que el tiempo no acabe para encontrar la repuesta al final, que la existencia de la realidad aflore e ilumine su consciente… ahí adentro, muy dentro prisionero, está él deseando encontrar la libertad e incólume salir airoso de entre lo más profundo del ser.
Crédito de texto
Elena Andueza Martín
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