Han partido de su hogar, con esperanza, pero sin saber que les espera; con muchas expectativas pero tal vez ya sin sueños han emprendido la que podría llamarse una aventura, la aventura de sus vidas pero sin que ello conlleve la idea romántica y placentera que genera la definición de esa palabra.
Han dejado todo y en muchas ocasiones solo lo que traen puesto les acompaña sumado a la expectativa y el deseo de tener un futuro incierto para ellos y sus familias.
A veces solos, a veces con amigos, a veces con pareja e hijos, y en muchos casos con compañeros de travesía que se convierten en familia en medio del cansancio, el frio, el hambre, el hermoso e imponente paisaje que les rodea y la dura caminata que cada día parece interminable.
Salieron de su casa, de su país, de todo y dejaron su vida atrás huyendo del hambre, del dolor, de la represión, de la injusticia en busca de un mejor mañana que no saben si encontraran en el destino al que aspiran a llegar; y muchos de ellos ni siquiera tiene un destino definido solo lo que el camino les pueda ofrecer.
A estas alturas llevan por lo menos dos días caminando desde que cruzaron la frontera, después de haber pasado por amenazas, agresiones, robos, chantajes y toda clase de vejámenes y aun ver morir a familiares o compañeros en medio del desespero por cruzar la frontera en medio de delincuentes de lado y lado, escapando de ese régimen criminal que sumido su país en la ruina; caminando sin cesar en una marcha hacia la altura, el hambre, el frio y muchos peligros en la carretera. Y solo es el principio; les espera aun mas.
Aun con zapatos rotos, los pies acabados y poco abrigo que paulatinamente irán a ser suplidos por las manos amigas que hayan en el camino, asi se van acercando a lo máximo del páramo, a 4000 metros, donde el frio puede bajar a temperaturas bajo cero y el oxígeno se pone escaso y después de atravesar el helado altiplano solo comenzaran a acercarse a la próxima ciudad grande donde muchos buscarán un destino permanente para establecerse y otros estarán de paso para llegar a la ciudad o nación que será su destino final o al menos donde esperan llegar por encima de los obstáculos.
Son valientes y admirables y aunque algunos aún tiene en mente buscar el camino fácil, la mayoría sabe que por el buen camino y de la mano de Dios lograrán su cometido y aún más porque su familia y quienes aguardan en su patria lo valen.
Que vuelvan en victoria pronto para reconstruir su bello pais.
Dios bendiga
a Venezuela
Fotografías : Canon T5