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¿Será cierto que una de las cosas que nos llegan sin esfuerzo es la ancianidad?

En una ocasión mientras estudiaba los pensamientos filosóficos de algunos sabios y de otros no tan sabios, me encontré con un pensamiento que me dejó desconcertado e incrédulo de que alguien y mas aún un filósofo, que este caso sería un filosofastro, pudiera tener como hecho cierto y verdadero y aunque no aparece por ningún lado su autor, no deja de ser un pensamiento muy cuestionable desde el punto de vista crítico. El pensamiento es el siguiente:”Una de las cosas que nos llegan sin esfuerzo es la ancianidad”. Lo primero que se me ocurrió fue: ¿será que este señor nunca trabajó en su vida?¿nunca pasó por necesidades y problemas por las cuales pasamos el común de los seres humanos?

Es innegable que para llegar a ser anciano se deben sortear miles de problemas, necesidades y obstáculos que se nos presentan en la vida y que poco a poco y en su momento, mediante luchas y mas luchas vamos resolviendo, realizando a su vez esfuerzos considerables y muchas veces pasamos por peligros hasta de perder la vida…¡y nos va a decir alguien que a la ancianidad se llega sin esfuerzo!

La ancianidad es la etapa final de la vida material de un ser humano y en ella se resumen todas las experiencias vividas, pero que aún la lucha continúa y en unas condiciones mas difíciles y no tan cómodas como cuando era joven y saludable.

¿Por qué debemos respetar a los ancianos?

El anciano es digno de respeto, consideración y admiración, pero jamás lástima, porque es un ser humano que ha luchado en diferentes épocas y situaciones que sólo son estudiadas cuando por fin se llega a viejo. Muchas personas tienen la costumbre de mirar con desprecio y hasta se burla de una persona anciana, demostrando una falta de sensibilidad en su alma, ignorancia en su espíritu y poca ética como ser humano, además de no entender que algún día y si tiene la capacidad y voluntad de luchar contra las adversidades de la vida, también él o ella será un anciana y podrá entender tardíamente el valor y la importancia que tiene un aciano.

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Todo anciano o anciana es un depósito vivo de acontecimientos, experiencias y sobre todo de conocimientos, que solo se llegó a tener por el esfuerzo y la voluntad que representa un trabajo para sobrevivir.

Sin esfuerzo no hay progreso y aunque parezca una contradicción, si a un anciano le tocó ser pobre mas esfuerzo y mas progreso alcanzó su espíritu alcanzó su espíritu que aquel que tuvo una vida holgada y pudo llegar a la ancianidad con un mínimo de esfuerzo.

La vida del anciano es dura por la cantidad de enfermedades o achaques que trae consigo el llegar a viejo y eso incluye que muchos sean abandonados por sus familiares y peor aun por sus hijos y nietos. Esto lo lleva a seguir la lucha de la vida pero sin juventud, sin salud, sin una apariencia favorable que le permita ser atendido como se atendería a una persona joven y sin alguien que lo atienda como se merece un anciano.

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El anciano o anciana aun en las mejores condiciones de vida, osea, bien atendido por su familia e incluso siendo apoyado y mimado por sus hijos y nietos no puede tener la misma calidad de vida que pudo tener en su etapa juvenil y aún madura, porque aunque haya sido una persona relativamente sana, en la vejez las enfermedades y las limitaciones físicas se hacen evidentes.

Los conocimientos y experiencias que posee una persona que llegó a la ancianidad son abundantes y de mucha calidad; de aquí surgen dos refranes populares de mucha sabiduría, las cuales son: “La experiencia es un don muy importante, lástima que llega demasiado tarde”y “Mas sabe el diablo por viejo que por diablo”, los cuales son un reconocimiento al valor de los conocimientos y experiencia que posee un anciano.

La etapa de la ancianidad, a pesar de ser la etapa mas difícil y menos apreciadas por los seres humanos, es tan o mas importante que las otras etapas de la vida, porque es la etapa del consejo por la experiencia y todos los ancianos tienen el deber de aconsejar conforme a su experiencia a la juventud, los cuales deberían recibir y apreciar los valiosos consejos que les proporcionaría una mejor calidad de vida y mas provechosa.

Un anciano debería contar con la atención mínima por parte de los gobiernos con una pensión digna que le permita costear sus gastos de alimentación, medicina y vestidos, porque físicamente ya no está en condiciones de trabajar para su manutención y las enfermedades como es obvio no le permiten llevar la vida que llevó en otra época.

¿Por qué debemos ser tolerantes con los ancianos?

La tolerancia que se debe tener con un anciano, es muy similar a la tolerancia que hay que tener con un borracho, porque sus instintos están domados o anestesiados y no es su culpa muchas veces muestran un comportamiento testarudo, necio y porfiado por querer seguir haciendo lo que antes hacían.

¡Cuidemos a nuestros ancianos, porque no olvidemos que si tenemos suerte y nos esforzamos también nosotros seremos ancianos!

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