Qué ameno y colorido relato. Me encanta esta manera de describir ese paseo que, no por ser breve, nos deja con las ganas de ir de nuevo, pues es un abrebocas apenas de tantas cosas maravillosas que podemos disfrutar en la Colonia Tovar, en lo particular me trae evocaciones de mi muy temprana niñez, acampando en esa enorme casa , frente a la Iglesia...pero más allá de eso, te felicito por la manera tan bella que te expresas de tus compañeros, con la nitidez y franqueza, a que ya nos tienes acostumbrados, lo que dice de tí no solo del afecto ganado en esta tu nueva "familia", sino también el respeto que se puede percibir en todas tus acertadas palabras. Me encantó!.