El mejor deseo para mí es: Que las personas aceptaran a Dios, a Jesús y al Espíritu Santo en su corazón, y vivieran según los preceptos establecidos en la biblia; para vivir en paz, en armonía, con amor, solidaridad, sin darle tanto valor a lo material, sino, a lo espiritual y sentimental. Al convivir bajo estos cánones podemos aceptar y superar las diferentes pruebas que nos presenta la vida por más difíciles que sean.
Es importante resaltar, que la felicidad nos rodea y se nos presenta todos los días, pero a veces nos toma desapercibidos y no la notamos, pues levantarnos todos los días con salud es un motivo de alegría, tener el pan nuestro de cada día, también lo es; convivir y compartir con nuestra familia y amistades es otro motivo, tener un techo donde vivir es lo máximo, y pare de contar. En conclusión, somos felices pero a veces no nos damos cuenta de lo privilegiados que somos y basamos nuestra felicidad en cosas banales y superficiales.