La Agest se estremecía a medida que los asteroides impactaban en todo su casco ve. Esta a nave de combate cuenta con un diseño de lineas suaves, su cuerpo esbelto, fuerte y su color negro brillante la hace muy atractiva.
Maniobraba a través del inmenso campo de asteroides, evitando grandes meteoros que puedan causar daños irreparables al casco de la nave.
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¡Nia! Porque sigo haciéndote caso a todas tus locas peticiones.
¡BOOM! La explosión sacude toda la nave. Escudos a la mitad de su capacidad. La voz despreocupada de Nia a menudo causa molestias en Roland, quien continúa piloteando la nave.
Malditos piratas, ¿Hasta cuándo nos van a seguir?
Todo es tu culpa Nia. Porque debemos ir a la tierra.
No me hables así. Responde Nia quien me observa molesta.
Está bien, lo siento. No es tu culpa. Respondo mientras observo disimuladamente como el rostro de Nia se ve más relajado.
Nia y yo, somos una pareja bastante peculiar. A pesar que nuestras especies se detestan, ese no fue el caso para nosotros. La conocí durante una de mis paradas, en una estación espacial famosa en el Sistema planetario de la Federación de comercio.
Soy un Nerian nuestra altura no difiere mucho a la humana, nuestra piel es gris azulada y tampoco tenemos gran capacidad física pero lo compensamos con una enorme inteligencia.
Tomaba una bebida en la barra, cuando ella se me acerco. Me sorprendió, era increíblemente hermosa. El género femenino de mi planeta es muy peculiar. Son robustas, anchas muy parecidas a un enorme sujeto muy feo, por lo que algunas razas creen que todos los Nerian somos de genero masculino. Ya que nunca sentí ningún atractivo hacia ellas, siempre fui visto como un inadaptado. Esto llevo que fuera rechazado por mi gente, exiliado.
Una Ludys. Hable en voz suave y no pude ocultar mi sorpresa al verla, mucho menos dejar de verla.
Los Ludys son una raza de un planeta hermano, su altura es similar a mi especie pero su color de piel es muy llamativo desde un naranja suave hasta rojo opaco que se va degradando a un tono ligeramente rosado. Nia era como este último con tonos rojos y rosa en su piel.
A diferencia de nosotros los Nerian, ellos poseen una fuerza abrumadora. Su cabello es lo mas fascinante ya que pueden alterar su color a voluntad. Pero lo que¿ llamo mi atención fue su delgado cuerpo tan diferente de las mujeres que yo conocía.
Me llamo Nia, dicen que eres de los mejores. ¿Puedo sentarme?
Después de ese momento nunca me separe de ella.
¡BOOM! Una nueva explosión me saca de mis pensamientos. Malditos están dañando mi nave. Grito molesto. Giro en dirección a un enorme cuerpo celeste, aproximándome para usarlo como escudo.
Detengo la Agest, desapareciendo mi rastro de energía y espero hasta que la nave enemiga pierda mi rastro. Después de un rato la veo pasar lejos de mí, con un movimiento rápido enciendo los sistemas y posicionándome detrás de los piratas, Disparo.
Suspiro de aliviado al ver como su nave estalla. Una vez salimos del campo de asteroides continuamos hasta alcanzar la órbita del planeta tierra.
Desciendo a tierra y camuflamos todo para cumplir con la asignación.
Y bien.
¿Cuál es la misión? Pregunto mientras ambos nos colocábamos un brazalete óptico cambiando nuestra apariencia a humanos.
Comprar mi comida. Responde Nia con una enorme sonrisa en su rostro.
¡¿Qué?! Todo esto fue para que puedas comer. Suspiro pero aun así no digo nada, sería muy estúpido de mi parte irme del planeta después de todo lo que pasamos para llegar.
Y bien, ¿Qué será esta vez? Pregunto relajadamente mientras caminamos en la ciudad. El gusto de Nia por la comida es muy bueno, y casi nunca compra algo que sea desagradable.
Croissant y eclairs, son muy populares en esta zona del planeta. Ella continúa hablando mientras camina buscando un lugar en específico.
Este es el lugar. Según mi información esta pastelería funciona desde hace varias generaciones.
Una vez entramos quede muy sorprendido, la atención a los detalles y el servicio eran muy buenos. Me quede viendo la hermosa humana que nos atendió, ignorando por completo que Nia seguía a mi lado.
Si continuas viéndola de esa manera no te daré de comer. Ella lucia muy molesta.
Sin embargo la chica me observaba fijamente con una sonrisa, parecía que iba a estallar de la risa en cualquier instante. Me di la vuelta sin decir nada y salimos del lugar.
¿Cuál es el siguiente trabajo? Pregunto a Nia después de atravesar la atmósfera del planeta.
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Tenemos que ir al sistema Tagoba, con los enanos. Ella responde sin dejar de comer.
Los motores de la Agest aumentan su potencia y desaparecen en lo profundo del espacio.
La idea para este relato llego de la pagina writer write el tema fue croissant.
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