Hola...Soy Euclides Torres, de Venezuela. Me complace saludarlos nuevamente
Fuente: Coleccion Personal.
En esta oportunidad voy a hacerles referencia acerca de la enfermedad del Covid19 y de su impacto en la salud de quien lo padece y en la economía de los familiares de los pacientes, por supuesto enfocado desde mi punto de vista personal.
Como les había referido en mi primer post, hace dos años falleció mi esposa después de haber confrontado por varios años una ardua lucha contra el cáncer, y este año, finalizando el mes de marzo, yo me contagie con el virus del covid, dura y amarga experiencia, que, gracias a Dios, he venido superando paulatinamente.
Pero que les cuento, una vez que me decretaron el alta médico, me vine de Puerto la Cruz, ciudad donde fui atendido clínicamente, a la pequeña ciudad de Cantaura, mi querido terruño, con la idea de terminar mi recuperación respirando el aire puro de sus montes y tomando la calidez del sol de sus mañanas.
Fuente: Coleccion Personal.
Pero, mis queridas amistades...¡Qué calamidad! Al tercer día de encontrarme aquí, tanto mi hermana Elide como su hijo menor, Roderick, mis anfitriones, comenzaron a evidenciar síntomas de la terrible enfermedad, razón por la que tuvieron que ser trasladados a la ciudad de Puerto la Cruz para ser atendidos allá, habida cuenta de que por tratarse de una ciudad más grande cuenta mejores centros de salud y mayor cantidad de estos.
Pues bien, la situación clínica de mi hermana se tornó critica hasta el punto que su saturación de oxígeno descendió considerablemente, llegando hasta 65 en algún momento. En el caso de mi sobrino la situación se hizo menos critica porque aun cuando presento muchos de los síntomas de la enfermedad, su saturación de oxígeno se mantuvo normal; no obstante evidencia muchísimo malestar general, debilidad, fatiga, fiebre, dolor en los huesos e inflamación en los pulmones con algún grado de dificultad respiratoria.
Fuente: Coleccion Personal.
Queridas amistades es el caso que este tipo de situaciones tambien pone al borde del colapso en muchos órdenes la vida familiar, ya que para procurar aliviar el impacto de esta afección, las familias tienen que disponer del poco dinero con que cuentan en sus haberes, y en la actualidad muchos necesitan más recursos para seguir afrontando los estragos de esa terrible circunstancia; razón por la que, en la mayoria de los casos se ven urgidos de recurrir a solicitar el apoyo y la solidaridad pública a través de las redes sociales. He aqui entonces el importante rol de estos medios de comunicacion masivos como aliados de primer orden tanto de los afectados por la enfermedad asi como de sus respectivos familiares.
Fuente: Coleccion Personal.
Es propicia la oportunidad para reiterar a la comunidad, a la sociedad en general, la conveniencia
de tomar muy en serio el hecho de poner en práctica, hasta convertirlas en algo cotidiano, las medidas de prevención que ya todos conocemos, como el medio más eficaz y eficiente para evitar el contagio de esta terrible enfermedad.
Fuente: Coleccion Personal.
Hago un llamado a la conciencia de cada ciudadano, de cada padre, de cada joven, de cada adulto, de cada anciano, para que no escatimemos esfuerzo ni empeño en procura de tender, hasta donde sea posible, un cerco un muro para tratar de frenar el avance de esta terrible enfermedad, y la primera y más conveniente herramienta, hasta
ahora, es la prevención.
No es cuento el grado extremo del padecimiento, la angustia y la desesperación de quienes padecen este atroz mal; como tampoco lo es el alto costo económico que representa para las familias el tratar de contrarrestar clínicamente los efectos de la enfermedad debido a que tanto el suministro de oxígeno, las medicinas, los accesorios y dispositivos necesarios para ello, son de un elevado costo en dinero, más aun si los honorarios del personal médico están también a cargo de los familiares. Por eso, les ratifico enfáticamente que pongan empeño y constancia para hacer de las medidas de prevención contra este mal una sana costumbre entre nosotros, en sus hogares, en sus centros de trabajo y donde quiera que vayan o se encuentren...
¡Por favor, cuídense!