19-10-2016
Estimada Marta:
Le informo de que ayer no pude asistir a su clase de narrativa por un suceso extraordinario. Dadas las circunstancias, antes de decir qué ocurrió, le diré que el tema ya ha sido solucionado por la guardia nacional. Resultará increíble, y de no ser así no estaría escribiéndole esta carta, pero ayer trataron de secuestrarme.
Yo estaba saliendo de la boca del metro, en las Ramblas cuando me topé con un hombre entre la multitud, yo ya me había fijado en él ya que estaba encapuchado y parecía cubrir su rostro, pensé que era un ladrón y me ocupé de mantener a buen recaudo la billetera, pero en pleno cruce me cogió del brazo y me estiró hacia una furgoneta aparcada al lado. Alguien abrió la puerta lateral desde dentro y el que me estaba cogiendo me tiró allí sin más.
No tuve tiempo ni de pensar en qué demonios estaba pasando y ya me habían atado. En cuanto me aseguraron adentro, arrancaron de inmediato y corrieron con la furgoneta calle abajo. Creí haber notado que atropellaban a gente, pero no quiero ni hablar de eso.
Íbamos dirección al puerto, todavía no sé con qué propósito pero la guardia nacional estaba esperándoles con varias furgonetas en mitad del camino hacia allí. Los secuestradores solo eran tres hombres, dos estaban detrás conmigo y otro era el conductor y parecía que la policía estuviera preparada para un ejército, a simple ojo habrían más de 30 guardias bloqueando el paso, algunos antidisturbios incluidos.
Los secuestradores empezaron a hablar nerviosamente creo que en italiano, el conductor dio un frenazo en seco y en seguida se reunió con el resto atrás. No entendía nada de lo que decían y empezaron a sacar navajas. Sus rostros permanecieron cubiertos con capuchas y trapos de tela fina cubriéndoles la parte inferior de la cara.
El que me estiró del brazo al principio señaló violentamente fuera mientras gritaba algo a uno de sus compañeros. No quiero entrar en detalles a partir de aquí, pero me usaron como rehén para poder salir de la furgoneta y les salió el tiro por la culata, la policía me rescató y me esperaba una ambulancia.
Ahora tengo recetadas pastillas para que no me den ataques de ansiedad, de momento no ha pasado pero me han dicho que si noto que me va a dar me ponga una bajo la lengua.
Supongo que ya habrá oído parte de lo sucedido por las noticias o redes sociales, pero quería informarle de que estoy sano y salvo y espero poder asistir a su siguiente clase.
Buenas noches y gracias por su atención
Firmado:
-SAW-
Éste relato en forma de carta me parece que me quedó bien, se nota la tensión de la historia o al menos eso me gusta creer. Creo que es uno de los relatos en los que menos tiempo puse, pero espero que os haya gustado como creo que lo habrá hecho. Para el siguiente ya empezamos con los trabajos del siguiente curso: Narrativa. Notaréis cierto cambio en el tono de las historias, la mayoría de relatos a partir de aquí son un poco más profundos, intentando llegar aún más a vosotros los lectores.
Un saludo y una despedida hasta mi próxima publicación ~ SAW