—Estados repetidos. Una luz—

El hogar. Su calidez. La música que al aire acompañaba. Todo se desvanece, en constante movimiento permanece. La vida de inmigrante se puede caracterizar por la ausencia de hogar, la falta de apego al espacio. He conocido numerosas paredes y techos que albergan mis sueño pero ninguno es aún hogar.

—Una mano por delante y otra por detrás—

De libertad: Experimental me: Estados repetidos pero recién descubiertos.
Como dijeron por ahí en uno de los delivery que hacía: "...con una mano adelante y con otra por detrás" refiriéndose a mi inmigración.
Unas piernas enjauladas... ¿imaginaria o realmente?

—Enredo mental—

De espacios repetidos que con su abrumador tejer me hacen pensar en: ¿Qué precio tiene la calma? fue este día que consideré, después de tanto trabajo y agotamiento en el hostel, invertir en mi tranquilidad y aventurarme en el paso siguiente de alquilar.