ciertas cosas no representan una nota vital para mi; pero verte sonreír, siendo tu, siendo feliz... (los puntos guardan el sentimiento). Sabes cómo llenar el alma, eres ángel y demonio. Amor de este mundo, alma mía para llevar. No se cuanto me dure, no se cuando deje de sentir, si se acaba hoy o mañana... me dejaste ser siendo libre, mi libertad me condujo hasta a ti.
Leí una frase hace algunos años atrás, no recuerdo muy bien qué era ni recuerdo el porqué ahora me recuerda a ti y versaba así “azulado es el mar y a su lado es el cielo”... me generas un tipo de temor al cual no le temo, el que quiero de ti y sin ti; muchas cosas se han alineado por ti, han cobrado de alguna manera sentido y siento en mi alma que esto no lo encontraré otra vez.
Definitivamente no hacen falta 10 años para enamorarse de alguien, ni 50 para saber quienes son amores en tu vida y saber que uno solo es imposible. Llegaste en el momento adecuado y que mala manía que te vas en el mismo (no se si para mal o para bien).
El hecho es que fuiste a otro puerto y no pretendo que me esperes.
Te amo e hiciste de mi corazón un doblez, reconstrucción sin tacto.
Gracias por dejarme rastro de ti en mi olfato y en mis papilas gustativas, gracias por realizarle un mapa a mis manos con tu cuerpo, gracias por darme de ti; gracias por dejarme escucharte en aquel silencio cuando más nadie escuchaba... gracias por tu boca la que no me cansaría de ver al hablar; Por sonreírle a la vida con cada fibra de tu rostro y por las estrellitas que se te forman en la mirada