"Cuando eres la única persona en su sano juicio, pareces la única persona demente."

Criss Jami.

Hemos sido criados bajo un lema o un par de lemas mejor dicho que pueden llegar a sonar un tanto contradictorios si los sacamos de contexto. Por un lado se ha hecho hincapié en transmitir valores de igualdad humana, respeto y tolerancia ante el prójimo y sin importar la circunstancia escuchamos siempre esta frase:

"Todos somos iguales sin importar su raza, religión, creencias o etnia."

Por otra parte tenemos un lema donde todos somos diferentes, y tenemos algo que nos identifica como únicos e incomparables, claramente esto hace referencia a esas pequeñas mañas que nos hacen seres únicos.

"Todos somos únicos e irrepetibles, nadie va a ser la misma persona que otra"

Pero cuales son esas cosas que nos hacen únicos? o por lo menos esas actitudes o hábitos que nos prueban que hay algo en nuestra forma de ser y/o actuar que parece no estar en los registros de nadie.


Ya sean inculcadas o adquiridas todos tenemos una cosa que nos distingue y generalmente eso suele ser disparatado, vergonzoso y muchas veces hasta un taboo.
Voy a hacer un breve repaso por algunas de estas actitudes que me afectan personalmente, y como dije antes no todas son manías inventadas por uno mismo, muchas de estas fueron impuestas por alguien mas.

INFANCIA

La mayor parte de este tipo de eventos sucede en la infancia, y mi caso no fue diferente, y una de mis locuras mas grandes en este aspecto se remonta a mis primeros años de vida.
Desde el momento en que nací siempre fui una persona nocturna, los cuentos de mi madre siempre hablan de mis noches llenas de energía y dormir todo el día en un sofá. Mi madre empezó a cambiar mis hábitos de a poco para adaptar mi sueño a los horarios "normales" dentro de mi hemisferio, y no tuvo mejor idea que mantenerme despierto durante el día haciéndome dormir pequeñas siestas, y la única manera que tenia para hacerme ir a dormir era prendiendo un ventilador antiguo que parecía tener el motor de un tren adentro.
Todos los dias mi madre prendía esa maquina con sonido monótono y constante y yo como podia caminaba hasta la cama para dormir, los años pasaron y me encuentro hasta el día de hoy casi a mis 32 años durmiendo con un ventilador al lado de la cama como regla, no importa el frío, o la hora el sonido del ventilador es lo que me hace dormir, y la sensación de silencio tiene un efecto insomnio que por momentos asusta.

FOBIAS

Fobias tenemos todos, y por mas que muchas de ellas ni siquiera lleguen a ganarse el derecho de recibir tal denominación, hemos metido todo dentro de la misma bolsa. Pero mas allá de eso, este tipo de eventos son muy personales y cada uno sabe cual es el nivel de stress que le generan sus propias fobias.
Una de mis mas extrañas repulsiones no la he podido encontrar como fobia y aun no he conocido a nadie con este mismo problema, y es el asco al polifón, ese material sintético con el que se hacían los antiguos colchones y almohadas.
El simple hecho de verlo me causa un nudo en la garganta y una sensación horrible de hormigueo por las manos, pero esto no llega ni a acercarse a lo que es tocar este material, una sensación de resequedad en las manos y la boca, un constante hormigueo que sube por los brazos y parece ir carcomiendo las uñas. Sinceramente no recuerdo ni cuando ni como fue que adquirí este miedo o asco por un pedazo de material sintético.

MOLESTIAS INNECESARIAS

Hay un par de situaciones que involucran a terceros que me irritan mucho, y para ser totalmente honesto me siento culpable por este tipo de situaciones, actos totalmente cotidianos e incluso muchas veces involuntarios me generan stress, enojo y muchas veces logran cambiar mi estado de ánimo. Escuchar a una persona tosiendo, o sonando sus dedos, el ruido tomando una sopa, un estornudo y la gesticulación.
No debería tener ningún derecho a enojarme por estas situaciones, y menos cuando directamente ni si quiera me afectan o involucran, pero por alguna motivo estas situaciones me ponen de mal humor pasajero. Por mas que busque no encuentro mucha explicación a esto, tampoco cuando surgió, pero es algo que me acompaña desde hace varios años ya.

CONCLUSIÓN

Todos somos diferentes, tenemos nuestras locuras y nuestros problemas internos con los que luchamos diminutas batallas a diario, Si no puedes vencerlos, úneteles y así es como aprendemos a vivir con este tipo de situaciones, evitándolas, respirando dos veces antes de que el stress nos inunde y por ultimo respetando siempre a la otra persona. El hecho de que todos seamos diferentes nos incluye dentro del mismo conjunto en cierto punto.

Créditos:
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