Como no podría darme el valor que merezco me dije, cuando ella trato de minimizar mi amor propio.

Como si nada hubiera pasado, así actuaba ella, no se si era su indiferencia, era parte de su personalidad o simplemente había algo más allá detrás de todo lo que representaba, evitando el dialogo y cuando algo mal pasaba simplemente seguía en el papel de no pasa nada.

Durante 3 meses que salimos no se si yo fui el que renuncio o si ella nunca estuvo, confusión e incertidumbre lo que me rodeo desde el primer día que nos reencontramos, como si fuera el presagio de un final esperado e inminente. 12 años después estábamos ahí los 2, yo yendo hacia ella y ella recibiéndome como si me hubiera esperado por siempre, pero no era así lo que siguió fue simplemente pasajero, el destino me tenia preparada simplemente una lección.

Cuando el día llego con la paz de saber que era lo mejor para mi y para ella, sin gritos, sin remordimientos, simplemente con la esperanza de que la paz regresara, dos personas con la finalidad de estar bien consigo mismas. No tenemos los mismos objetivos, no es que no tengas tiempo simplemente que no quepo en tus prioridades y está bien simplemente este no es el momento para estar juntos o quizá nunca lo sea, tu sabias de mis ocupaciones ella replica, a lo que yo aludí claro lo sabia solo que desde el principio pedí que hiciéramos claras las cosas, redefiní el valor y mi amor propio comente, valgo mucho e igualmente me amo, no seas orgulloso contesto, yo soy quien debo decirte cuanto es tu valor yo lo sé, a lo cual me apresure, que tal si yo tuviera una autoestima muy baja y creyera lo que tú me dices pensaría que valgo muy poco.

Recordandoa épocas pasadas de mi vida y observando a las personas de mi alrededor me di cuenta que ella decía algo con mucha certeza "YO SOY QUIEN DEBO DECIRTE CUANTO ES TU VALOR, YO SE CUANTO VALES”.