¡Hola a todos!

Mi amor por la música me llevó desde muy niño a querer tocar guitarra. Uno de los días más felices de toda mi vida fue las navidades del 2007 cuando mis padres me regalaron mi primera guitarra con la que formé mi primera banda llamada “Anitekna”, junto a dos de mis mejores amigos; tenía entonces 10 años. El nombre de nuestra banda lo habíamos formado utilizando el nombre de las niñas del salón que nos gustaban en ese entonces. Como era de esperarse, siendo niños de tan corta edad y con muy poco estudio musical, nuestra banda no era nada buena pero sin duda me dejó un montón de anécdotas y momentos graciosos que en algún momento les contaré.

Anitekna no duró mucho, máximo un par de meses; aunque teníamos muchísima ilusión con surgir y ser igual de buenos que nuestra banda favorita (Panda), éramos muy niños para tener constancia con los ensayos y la banda terminó disolviéndose, aunque nuestra amistad continuó a través de los años.

Comenzando quinto año de bachillerato, la idea de formar una banda comenzó a rondar nuevamente en mi cabeza. Claro, que esta vez era un proyecto serio y pensado de una forma mucho más madura. Hablé con un par de amigos (uno de ellos –Kri- fue miembro de Anitekna), les propuse mi idea y decidimos dar inicio a nuestra banda: Kri en la batería, Julio como bajista, yo en la guitarra. Todo estaba bien, pero había un problema... nos faltaba un cantante; fue entonces cuando decidí hablar con mi amigo (a)josecabrerav para que se uniese a la banda como vocalista y guitarrista. Fue aquí donde comenzaron “Los tenedores”,

La música no es la única cosa a la que me gusta dedicarle tiempo; la actuación es algo a lo que también me gusta dedicarme en mi tiempo libre. He estado en diversas clases y cursos de actuación y teatro, y he tenido la oportunidad de aparecer en comerciales y vídeos musicales interpretando papeles pequeños. A pesar de que por los momentos la música y la actuación son solo pasatiempos, me gustaría que un futuro se conviertan en mi trabajo real, pues actualmente trabajo como ayudante de mesonero. 

En el colegio nunca me destaqué por ser el mejor estudiante. La verdad es que todo bachillerato sentí que estaba perdiendo mi tiempo: estudiaba en un colegio de monjas, con cuyas normas no estaba para nada de acuerdo. Los profesores eran en su mayoría mediocres y la mayor parte de las clases pensaba el típico “¿Para qué me va a servir todo esto?” y ahora, ya graduado, he encontrado la respuesta a esa pregunta: para absolutamente nada, al menos en mí caso, ya que nunca quise ser matemático, científico ni nada respecto a eso: siempre quise ser músico y actor. 

Los colegios se encargan de enseñar materias que supuestamente nos preparan para enfrentarnos a nuestro futuro laboral, pero siempre he sentido que el sistema educativo venezolano deja a un lado a aquellas personas con inclinaciones artísticas como músicos, escritores, actores, etc., o al menos en la mayoría de las escuelas del país. Si les soy sincero, del colegio no me llevé mayor aprendizaje, pues la mayor escuela que he tenido ha sido la vida. 

Tengo solo 20 años. No parece demasiado pero siento que he vivido mucho para lo que poco que llevo pisando esta tierra. He pasado por varias experiencias duras a lo largo de mi vida que han causado un impacto muy fuerte en mí y en mi forma de ser. El más ocurrió en noviembre del año pasado, cuando perdí a mi mamá a causa del cáncer, enfermedad que tiene una larga historia en mi vida, pues también se llevó a mi abuela y abuelo.

La pérdida de mis seres queridos ha sido la peor cosa que me ha ocurrido en la vida. Mi abuela, mi abuelo y mi madre eran personas que consideraba esenciales en mi vida. Sobre todo mi mamá, quien siempre brindó su apoyo ante cualquier idea que yo quisiera emprender. Durante los primeros meses sin ella me costó bastante retomar el ritmo de mi vida y, aunque todavía no lo recupero del todo, poco a poco voy encontrando nuevamente mi camino.

Nunca fui una persona “positiva” pero tampoco me consideré jamás “negativa”. Simplemente me considero una persona realista, aunque para la mayor parte de las personas esto sea un sinónimo de negatividad. Después de haber pasado tantos momentos duros en mi vida, me acostumbré a esperar lo peor pues antes creía que lo peor era lo que casi siempre sucedía. Esta fue mi forma de pensar hasta que conocí a mi novia, quien con tan solo una frase, cambió por completo mi forma de ver las cosas: “prepárate para lo peor, pero espera lo mejor”. Ella me contó que esa frase la escuchó en la canción “forever Young” de “Alphaville”, la cual es una de las canciones favoritas de ambos. 

Ella y yo tenemos un gusto musical bastante parecido y nos complementamos muy bien. La mayoría de nuestras tardes tienen como fondo musical a Janis Joplin, The Doors, The Beatles, Turnover, Blink 182 entre muchas otras bandas y cantantes. Uno de nuestros pasatiempos favoritos es descubrir música juntos. A su lado, hasta la cosa más simple, se convierte en el mejor de los recuerdos.

Si bien la vida ha quitado de mi lado a personas realmente importantes para mí, también se ha encargado de ponerme junto a personas increíbles como mis amigos, mi hermana, mi novia y mi padre, quienes cada día me ayudan a ser mejor y que me motivan a continuar con mis sueños. Es por esto que decidí comenzar en Steemit, para compartir con todos ustedes aquellas cosas que solo he mostrado a muy pocas personas: mis canciones, mis covers, mis ideales y las fotos que he tomado. (Olvidé comentarles que la fotografía es otro de mis grandes pasatiempos).

Debo admitir que me da un poco de miedo mostrarme ante un montón de desconocidos haciendo las cosas que más me gustan en el mundo, pero veo esta página como una herramienta y cómo una gran oportunidad de compartir mis creaciones con personas con las que comparto intereses en común. Estoy seguro de que esté es un paso más en mi camino, porque si bien aún no sé con exactitud quién soy, sí sé muy bien hacia donde voy.

Si gustan pueden seguirme en instagram: @franj182.