¿QUE CAUSA EL DESÁNIMO SEGÚN LA BIBLIA?

El cansancio, la frustración, el fracaso y el temor.

1. El cansancio:
   Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar (Nehemías 4:6).
   Cuando pasa la novedad el trabajo se hace aburrido. Comienza el camino con la monotonía, la rutina y la costumbre. Todas estas condiciones generan cansancio.
2. La frustración: Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro. (Nehemías 4:10). Como los judíos, cuando iniciamos cualquier labor dentro de la iglesia nos encontramos con escombros que estorban y dificultan nuestro trabajo. Tenemos que sacar la basura. Nadie puede hacerlo por nosotros.
3. El fracaso: No podemos edificar el muro (Nehemías 4:10). ¿Cómo manejas el fracaso?..¿te sientas y regodeas en él?...¿o lo usas como pedestal para avanzar y subir?.
   Cuando pasamos por situaciones adversas (enfermedades, crisis económicas, enemistades, desilusiones con líderes de la iglesia o un hermano, familiar). Además, el no enfrentar estas situaciones con las herramientas bíblicas que Dios nos ha dado, podría prepararse el terreno para que nuestros enemigos espirituales coloquen pensamientos en nuestra mente, y como consecuencia nos desanimemos.
   Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33)
4. El temor: Pero sucedió que cuando venían los judíos que habitaban entre ellos, nos decían hasta diez veces: De todos los lugares de donde volviereis, ellos caerán sobre vosotros (Nehemías 4:12). Temor propio y temor adquirido. El primero es el resultado de tu inseguridad, el segundo, el de la negatividad de quienes te rodean. Lucha contra los dos.
   Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides (Deuteronomio 31:8).

Desarrolla tus planes a la voluntad de Dios, sigue sus caminos y deja que él decida por ti. No permitas que las palabras negativas influyan tu vida o la marquen para siempre, ni caigas en el error de sentenciar con palabras de desánimo a alguien más.

Permite que la Palabra de Dios pueda sea el fundamento de tu acción para que cambie el rumbo total de tu vida.
Persevera, persiste aunque todos te digan que no podrás, o que eso no es para ti.

Dios hace de lo imposible algo posible.