Un día, los campesinos notaron que las montañas estaban en labor; El humo salía de sus cumbres, la tierra temblaba a sus pies, los árboles se estrellaban y las rocas se derrumbaban.
Estaban seguros de que algo horrible iba a suceder. Todos se reunieron en un solo lugar para ver qué cosa tan terrible podría ser.
Esperaron y esperaron, pero no vino nada. Por fin hubo un terremoto aún más violento, y una enorme brecha apareció en el lado de las montañas.
Todos cayeron de rodillas y esperaron. Por fin, y por fin, un pequeño y diminuto ratón asomó su pequeña cabeza y se erizó del hueco y corrió hacia ellos, y siempre decían:
"Mucho clamor, poco resultado".