Dejé de esperarte

En esta ciudad inquietante y concurrida ya dejé de esperarte,
de buscarte incansablemente entre los escombros,
entre estas ruinas polvorientas de incertidumbre y desencanto.
Llena de los desperdicios increíbles que produce el ser humano.

He buscando tantas veces, he cruzado lo lejano y
he olvidado lo cercano con el deseo de encontrarte
de verte materializado, de centrarme en tu existencia
de demostrarme que eres real y no producto de mi demencia.

He intentado tantas cosas para sentirte cercano,
para colocarme a distancia, para hacerme diferente.
Ese deseo de pasar desapercibida que me invade la mente,
Para sentirme distante, para no sentirte ausente

He marcado la distancia, coloque mil barricadas
y tu airoso las derribas con una sola jugada.
Me confundes y me aturdes entre tanta lejanía,
que te dibujo en mi mente y te vuelves poesía.

No me explico como llegas y me invades por completo,
Cuando yo en esta carrera, yo te busco y no te encuentro.
Agotada en cuerpo y alma, me propongo como un reto
el dejarte ahí olvidado y perderme por completo.

Ya sin quejas ni reclamos solo huyendo a la deriva
me conjugo en otro foco, y me marcho de esta vida.
Me concentro en otra nueva, en otra nueva medida,
donde mis pasos me llevan a la tierra prometida.

Esa tierra donde nadie espera ni entristece
Esa tierra en que me duermo, cuando todo se oscurece.