ESO QUE NUNCA LLEGA (Poema de Amor)

Una vez más
coloreo mis labios
como cada día.

Para esperar ese beso
que nunca me das,
que nunca me has dado,
y que nunca llega.

Al igual que siempre
preparo mi piel,
para recibir esas caricias
que nunca me has dado,
y con las que sueño.

Me limito a esperar
que algún error de cálculo
en la distancia me beneficie,

y al fin me beses,
por fin roces mis labios con los tuyos,
finalmente me palpes la piel.

Y ruego a Dios
que esto que siento sea realidad
y no un truco de mi imaginación,
a veces insana, a veces locuaz.

Así, cansada del día
y entre sueños,
siento tus labios,
y siento aquellas caricias
de un recuerdo inexistente.

Y con la luz del alba,
te pienso,
y con el rayo mañanero,
te siento;

y vuelvo a levantarme,
para alisarme el cabello
que tú nunca tocas.

Para suavizar mi piel
y prepararla
al roce de tus manos,
que no me palman,
que no me sienten,

Y me retoco los labios,
que esperan ese beso
que nunca me has dado.

Y me preparo otra vez,
para esperar impaciente,
para esperar con paciencia
eso que nunca llega.