¡ALERTA! Gigantes al frente…

Ésta generación está enfrentando gigantes a diario, gigantes que atentan contra el futuro y el propósito que Dios ha dispuesto para cada uno de sus hijos. Es cierto, a primera vista parecen invencibles, muy fuertes, todo alrededor está en contra y la mayoría no está dispuesta a pelear en contra de ellos.
La razón en ocasiones nos dice que es imposible vencerlos y es mejor dejarse llevar por la corriente que ir contra ellos, es una corriente de pensamiento que te dice “Hazlo ahora y piensa después, no te preocupes por las consecuencias”

El primer Gigante del que hablamos es el de la “Sexualidad Descontrolada”, éste estilo de vida atenta contra el diseño que Dios estableció ya que los jóvenes están experimentando una sensación de placer momentáneo que los mantiene enganchados en una y otra pareja sin tener en cuenta las consecuencias emocionales, físicas y espirituales que dejan en sus vidas. Tal como una droga de ingestión, el sexo visto como un acto meramente físico, engancha de tal manera que llega a ser incontrolable y te atrapa en un círculo vicioso del cual es muy complejo salir por sí mismo.

El Segundo Gigante es el “Pensamiento Postmoderno”, relativista, que nos ha desvinculado de toda responsabilidad, es esa corriente que nos dice “Si está bien para ti, está bien para todos”. Hay verdades que no son negociables en la vida, son verdades absolutas, en contraposición con este gigante que intenta imponer que todas las verdades son relativas según el punto de donde se mire. Este gigante nos ha hecho escondernos y tener que ceder a las masas que han impuesto esta forma de ver la vida como la políticamente correcta y todo aquel que ose ir en contra es tachado de retrógrado con todas las formas de discriminación posible.

El tercer y último gigante del que hablaré en ésta publicación es “La Desesperanza”, la falta de visión y el inconveniente poder del “vive el hoy y no te preocupes por el mañana”. Aunque el mañana o el futuro es algo que no podemos ver ahora no significa que no llegará y para eso debemos prepararnos hoy. La desesperanza está haciendo que los jóvenes no se interesen por prepararse, que hayan dejado de soñar y se conformen con una vida mediocre, donde no hay metas que alcanzar y no hay sueños por los cuales luchar.

Debemos hacer frente a estos gigantes, tal como David se enfrentó a Goliat. David no tenía toda la preparación, ni la edad requerida para los guerreros, ni siquiera la armadura era de su talla, pero David sabía que algo andaba mal - así como tú y yo sabemos que aunque vivamos corriendo al lado de estos gigantes algo anda mal dentro de nosotros – y que si más nadie hacia algo él si debía hacerlo.

Necesitas hacerte cargo de tu vida y tu futuro, no puedes seguir permitiendo que éstos gigantes te intimiden y te roben tu propósito, es hora de hacer algo, es momento de tomar las piedras y la honda y enfrentarte en el nombre del Señor a éstos gigantes.

Toma la piedra de la Pureza y del diseño original de la sexualidad que Dios creó para que la disfrutaras en los límites seguros del matrimonio, rompe con la adicción del placer de la promiscuidad y atrévete a creer que el diseño de Dios es lo que traerá verdadera satisfacción y felicidad a tu vida. Nadie dijo que fuera fácil, pero si es completamente posible.

Toma la piedra del consejo de los más adultos, ellos, aunque te doblen la edad, han acumulado conocimientos y sabiduría que te permitirán distinguir entre lo relativo y lo absoluto. No negocies los principios de la palabra de Dios, todo lo que está escrito en la Biblia es verdadero y es útil para todas las áreas de tu vida.

Por último, toma la piedra de la Fe y la Esperanza. Cree en el propósito de Dios para tu vida, no te conformes con lo que tienes, sueña por más, trabaja por más, porque has creído en un Dios infinito que te ha dado la capacidad de hacer realidad los sueños que El colocó en tu corazón. El ya destinó sus planes para ti y esos planes son de bendición. No seas escaso, piensa en grande y corre tras tu propósito.

En cada ocasión frente a un gigante recuerda que no estás sólo, Dios está contigo y ya te ha dado la victoria. ¡Vamos! es hora de vencer…

Gefrine Chami