Esta es mi primera publicación en Steemit, y para ello quiero recuperar también el primer artículo de mi blog en Elite Sport Minds.
Con muchos objetivos cumplidos, vayamos a por alguno más.

Objetivos Deportivos: Esto Nunca se Acaba

Esto nunca se acaba. Te planteas una meta ambiciosa, muy ambiciosa, porque sabes que sólo así conseguirás tener la ilusión y la energía necesarias para dar lo mejor de ti mismo cada día. Pero precisamente de tan ambiciosa, te das cuenta de que el camino será muy largo y difícil. Así que te marcas objetivos intermedios que te sirven para mantenerte motivado, para poder observar como vas progresando, como el esfuerzo va dando sus frutos. ¡Eso está genial! Pero después de cada pequeño logro, siempre hay otro detrás, y el objetivo final sigue estando muy lejos.

Foto: Pete Barrett – Photo Blog - http://blog.petebarrett.com/

Me motiva y me ilusiona pensar en lo que quiero conseguir, y eso me anima a esforzarme, pero después, verlo tan lejos me hace dudar. Son demasiadas las batallas diarias que necesito superar, y muy pequeños los avances que cada una de ellas parece descontar del largo camino. La desmotivación y las dudas hostigan constantemente.

Entonces, ¿será mejor que me olvide de mi meta? ¿Debería atender únicamente al proceso, a la tarea que me permite seguir avanzando? Pero entonces, ¿qué sentido tendría dedicarle tanto esfuerzo a algo?

Poner la mente en un objetivo lejano, abre un espacio entre el lugar en el que estoy, y el lugar en el que quiero estar. Esto es capaz de motivar a la acción: necesitas moverte para llegar a donde querrías estar. Pero también genera insatisfacción. Solo hay un momento en el que podré estar satisfecho, y además es un momento incierto: no puedes estar seguro de que vaya a darse de verdad. Todos los demás momentos son insatisfactorios en sí mismos, porque no estás donde de verdad quisieras estar, y porque tampoco sabes con certeza si algún día llegarás allí. Y esto genera inquietud, frustración, aburrimiento e impaciencia. Todavía más obstáculos que se añaden al duro camino.

Si logras hacer que tu único objetivo sea atender a lo que estás haciendo en este preciso momento, entonces siempre estarás en el lugar en el que quieres estar. Si vuelcas toda tu energía en lo que estás haciendo, entonces estarás en el lugar en el que sabes que debes estar. ¿Pero cómo lo hago?

Con curiosidad, y con paciencia. Solo se puede disfrutar de algo que se conoce. Conocer algo es ser capaz de realizar distinciones. Reconocer y descubrir distinciones en algo genera sensación de que se domina la materia, genera sensación de control, y por eso produce disfrute. Aproximarse a una actividad con curiosidad, dispuesto a descubrir nuevos detalles a cada paso (aprender), puede ser un objetivo atractivo, y que además te permita querer estar donde ya estás. Esto se parece mucho a querer aprender, o querer mejorar.

Pero no puedes perder el contacto con aquello a lo que apuntas. Necesitas una dirección y un impulso. Utiliza tus objetivos como el timón con el que poder dirigir la energía de tu esfuerzo, pero no como un indicador de cómo lo estás haciendo, de lo que todavía te falta.

Centrarte en el resultado te lleva a pensar en terminar, y si lo haces dejas de estar centrado en mejorar. Terminar, es algo que sólo se da en un momento, en el futuro, y es algo finito: terminas, y ya está. En cambio mejorar no tiene fin, aunque sí dirección. ¿Y para qué sirve un timón?

Muchas gracias amigos.