Lo más deprimente es la absoluta vulgaridad de la existencia, jamás en la vida nada tan importante como para merecer la atención del mundo; te equivocas si piensas, que la atención del mundo es lo que hace que una acción sea importante.
Bueno, es que tampoco los hechos nada han mostrado para haber influido en alguien, ni para bien ni para mal o equivocado estoy al pensar en los demás, como en mí mismo.
Donde entonces, ¿Dónde está la verdad?
Pero, ¿Qué tipo de verdad ando buscando, verdad parcial, verdad relativa, verdad estadística o la completa verdad?
El avance en las comunicaciones, me dicen que la internet ha dado la posibilidad de acceder a la información de algún tipo de realidad, según las fuentes sean creíbles o no, la honestidad es un valor importante en la masificación comunicacional, así venden la posibilidad de poseer la verdad. Nunca me había imaginado que esto era posible; entrar a un lugar y descargar la verdad, es maravilloso.
Pero, cual verdad, estoy dispuesto a pagar, así como el precio del fruto en el árbol del conocimiento; tan cansado de mentiras y falsificaciones no más generalizaciones ni justificaciones, engaños ni defraudaciones, la ¡Verdad plena! siempre es codiciada.
Como relata un cuento que algún día ley, de Jorge Bucay: "Vengo a comprar la verdad completa"
"¡Ahá!... perdón, ¿el señor sabe el precio?"
"No, ¿cuál es?", contestó rutinariamente. En realidad, él sabía que estaba dispuesto a pagar lo que fuera por toda la verdad.
"Si usted se la lleva", dijo el vendedor, "el precio es que nunca más podrá estar en paz"
Un frío corrió por la espalda del hombre, nunca se había imaginado que el precio fuera tan grande.
"Gra..gracias, disculpe", balbuceó.
Se dio vuelta y salió del negocio mirando el piso. Se sintió un poco triste al darse cuenta de que todavía no estaba preparado para la verdad absoluta, de que todavía necesitaba algunas mentiras donde encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones en los cuales refugiarse, algunas justificaciones para no tener que enfrentarse consigo mismo.
"Quizás más adelante", pensó.
En realidad ¿Sabéis, la verdad?
Imagen tomada de internet