¿Por qué no me he ido de Venezuela?

Quizás es la pregunta más recurrente en los jóvenes venezolanos de hoy día, la solución ante esta grave crisis que atravesamos parece ser huir y no se puede cuestionar como “el camino fácil” porque una cosa es verlo desde afuera y otra es vivirlo. 

En mi caso tengo la respuesta a esa pregunta, tengo 28 años y no vivo con mis padres (casi que la excepción a la regla) en Venezuela, pero creo que si hay un término que puede definirme podría ser víctima de “mamitis” aunque en mi caso sería “familitis”, no imagino una vida sin tener a mis padres a mi lado, sin mis suegros, mis tíos, primos, sencillamente no me imagino lejos de todas aquellas personas que hoy me han traído a donde estoy. 

No soy de dinero ni nada similar, pero modestia aparte soy una persona que tiene forjada una educación en valores y principios que se los debo a cada una de esas personas que han estado a mi lado. 

Mi vida sin duda no sería lo mismo sin la ayuda de mi madre en cualquier aprieto en el que me encuentre, no sería lo mismo sin el sabio consejo de mi padre, sin la unión familiar que siempre he tenido y sin duda no sería lo mismo sin mi esposa (bastión fundamental en mi vida), pero en caso de irme estaría a mi lado. 

Pero más allá de ello tengo otras “ataduras”, recuerdo que comenzando todo este problema hace algunos años atrás iba en un autobús hacia Choroni por el parque Henry Pittier y me hacia esta misma pregunta, la respuesta es que no sabía vivir sin estos paisajes, sin estas costas, montañas, selvas, sin nuestra gente que aunque alguna ha hecho que nuestra percepción en el mundo no sea la misma de otrora en su gran mayoría es gente noble y de buen corazón que siempre estará para el prójimo.  

                                                                               FUENTE

Sencillamente no me voy porque creo en esta tierra, en nuestra gente y que nuestras bondades como territorio, como personas y como sociedad al final podrán ante cualquier vicisitud. Porque cada día me levanto convencido en que nací en el mejor país del mundo y sé que si tan solo aporto mi granito de arena y puedo tratar de que otro sume su granito de arena lograremos 30 millones de granitos que si harán diferencia. 

Porque sé que no soy solo yo el que pienso así y que quizás el tercio de la población que tiene esa mentalidad puede atraer adeptos a nuestra filosofía, lo lograremos. 

¿Quieres un mejor país? ¡Quiérelo! ¡Respétalo!  

• Da los buenos días. 
• No botes la basura en el piso. 
• Se amable y trata con cariño y respeto a todos a tu alrededor. 
• No cedas ante la tentación. 
• Suma estos y los consejos que consideres valiosos a cuanta persona veas en la calle y trata de ser la mejor persona que puedas ser cada día, mañana será otro día, pero solo para ser mejor que hoy. ¡Lo Lograremos! 

PD: Faltan un millón de personas por mencionar en este post, pero Mi Tía Leo, Tío Omar, Tía Ana, Tío Jorge, Elvis, Marvin, Mayra, Nardy y Norge han sido parte fundamental de mi crecimiento con fallas y virtudes, pero se lo agradezco teniéndolos en mi mente y en mi corazón en cada momento.