Cuento corto: "Traición intestinal en un día de asado"

En un día soleado, con un cielo despejado y olor a brasas de carbón, Laura se prepara para un asado familiar. Sus padres celebran 30 años de casados y ella no puede dejar pasar la ocasión por debajo de la mesa, así que se dispone a invitar a sus familiares más cercanos y por supuesto a Jim, el chico apuesto y bien formado que vive a unas pocas cuadras de su casa y al que siempre ha querido conquistar.

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Mientras Laura recibe a los invitados, sus padres están en el patio trasero, compartiendo una fría y oportuna cerveza.

-Padre: oh! que celebración más amena, incluso esta vez, fue mejor que el año anterior.
-Madre: Concuerdo totalmente, nuestra pequeña siempre acierta con estas cosas ( Risas)

¡Laura estaba tan feliz!, se colocó su vestido más bonito y algo provocador e incluso utilizó ¡maquillaje!.

Ella no suele consumir ningún tipo de bebidas alcohólicas, pero por ser un día tan especial, pensó que sería buena idea que su primera vez, fuera hoy. Comenzó con una y después de unas horas transcurridas, Laura llevaba ya su séptima cerveza. Nadie la había visto tan contenta ¡jamás!, ni tan atrevida, ya que esta chica no andaba con cuentos en lo que se refiere a Jim.

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Mientras Jim está bailando con ella, Laura empieza a tener una sensación extraña en su cuerpo: comenzó a transpirar repentinamente, sus pulsaciones se aceleraban, en su estómago siente como se forman olas o quizás sean montañas en construcción, el hecho es que este malestar inicia y su única oportunidad de salir de este aprieto, es caminar sin mirar atrás hacia el baño.

-Laura: ¡ Dios mio! esto no me puede estar pasando. ¡No aquí! ¡ no enfrente de Jim!. Sólo respira profundo y quita la cara de constipada que tienes, todo va a salir bien ( se decía a si misma).

Cabe destacar que Laura se acaba de mudar a un pequeño anexo con una habitación, sala-comedor y un baño já!, un sólo baño.
Mientras atraviesa el patio, se empieza a escuchar ruidos y lo peor es que provienen de su interior. La cosa cada vez se pone más complicada y cuando logra llegar al baño, resulta estar ocupado.

-Laura: ¿ Quién está ahí? ¡Por lo que más quiera, salga rápido, no se cuanto más pueda aguantar!.

Una voz se escucha gritar:-¡Lo siento amiga, busca otro lugar, éste estará ocupado por un buen rato!.

Laura con desesperación, corre a la casa más cercana y sin muchas formalidades dice: ¡Necesito el baño o pasará una tragedia!

Un señor de la 3ra edad le señala la ubicación del mismo, y cuando posa su mano sobre la helada manilla, ¡ocurre!. Por sus piernas siente manar materia fecal y se queda en ¡shock!, no puede creer lo que está pasando, sin duda piensa que este es el peor día que ha tenido.

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Laura termina de entrar al baño, se desviste y de inmediato procede a tomar una ducha. Su vecino entre risas le dice:
-Tranquila jovencita, esto le pasa a cualquiera, te traeré una toalla, ropa y mis artículos de limpieza.

Resulta que la combinación de asado y cerveza, fue fatal para el estómago de esta chica. Al final de la noche, todo lo sucedido, resultó ser un excelente material para cerrar la celebración con broche de oro.Mientras Laura lo contaba, todos reían a carcajadas e incluso fue una buena estrategia para acercarse más a Jim. En ese momento, cuando observaba a todos riendo y bromeando al respecto, se dio cuenta que tal vez ese no había sido un mal día, de hecho resultó ser uno de los más divertidos en muuuuucho tiempo.

Sé como Laura, busca el lado bueno de toda situación y verás como después terminas riéndote de ello.

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Hasta la próxima!

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