Me entusiasma mucho compartirles mis apreciados de la comunidad Steemit; mi apreciación de casos de la vida real que se suscitan a diario en la selva de cemento Caraqueña.

El instinto nos hace mas prudentes, precavidos y hasta mas sabios.

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Antes, deseo compartirles una cita extraída de "Definición ABC" en torno a los instintos:

Relacionado con cuestiones psíquicas pero sobre todo con esferas biológicas, el instinto es el término utilizado para denominar aquellas pautas o conductas que implican una reacción ante determinadas situaciones de mayor o menor premura. Estas conductas son muy características del animal y en muchos sentidos son vistas como la predominancia del carácter salvaje del animal. Sin embargo, también están presentes en el ser humano y, aunque mucho más neutralizadas que en los animales, estas conductas instintivas son las que permiten en cierto sentido la evolución y adaptación del ser humano a diversas realidades.

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Los venezolanos de a pié, y en mayor grado, las venezolanas de a pié; vivimos sustancialmente a diario un fenómeno que despierta nuestros mas bajos instintos en cuanto al día a día en nuestra caóticamente hermosa selva de cemento "Caracas".

No pretendo ser amarillista, ni mucho menos; pero si existe algo que ha despertado en el ser humano que vive y transita en esta grandiosa ciudad a diario, son precisamente los bajos instintos.

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Cuando camino por las transitadas y muchas veces asfixiantes calles de la ciudad; existe una previa y determinante preparación psico-socio-espiritual antes de cruzar el umbral de la puerta de mi casa (que aparenta ser mas segura) hasta las grises y sorprendentes laderas citadinas.

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Caracas, es una de las ciudades mas bellas que existen; posee un clima grandioso, el Ávila la adorna con su esplendor. Las personas son muy cultas y extraordinarias. La comida estupenda, los centro comerciales, los servicios, las opciones de vida...¡ hay tanto por hacer en este lugar!

Pero en medio de todas las bondades que residen en esta gran ciudad; también se desarrolla una extrema situación de maldad. La lucha de poderes, el enfriamiento del amor hacia el prójimo. Son tantas las cosas que hacen de esta tan asombrosa Capital; una maraña de caos sin final.

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Se ha experimentado, entre los que aquí residimos en los estratos mas bajos y poco agraciados; una ola impresionante de violencia; casi cualquiera aparenta o es en evidencia un ladrón; los casos de arrebato de pertenencias ajenas es alarmante. Esto ha provocado una cierta alteración en el modo de conducirse del individuo común. Es una nueva manera de andar, de caminar, de pensar y actuar rápido.

Cuando salgo a la calle, mis ojos van mas abiertos de lo normal. Mi radio de acción es de 360º, suena un poco exagerado y hasta chistoso, pero, el que camina en Caracas, debe mirar rápidamente adelante, detrás, a la derecha, a la izquierda; y por si fuera poco también hay que echar vistazos rápidos hacia arriba y hacia abajo. (Cualquier cosa podría suceder).

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La mujer Venezolana, posee aún mas desventajas que los de género masculino. En las calles, la mujer que es mas bonita o agraciada, tiene una máxima desventaja por el abuso y maltrato hacia la mujer que se desarrolla en el ambiente. Si se es bonita, no pasarás desapercibida por cualquier abusador que quiera propasarse contigo. Se creen muchas veces con derecho a opinar en tu ropa, en tu forma de caminar y hasta en como te tomas el "asqueroso piropo" que te dan de gratis.

Todo esto, causa una euforia muy terrible en la vida del ser humano transeúnte de Caracas y en mayor proporción, en la Mujer transeúnte de esta ciudad.

Dicen y esta además comprobado que, los instintos se desarrollan en mayor proporción en los animales. Sin embargo, los instintos de la mujer venezolana, me atrevería a decir que ha tenido que evolucionar sustancialmente en los últimos años.

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Lidiar con miradas, palabras deshonestas, arrebatos de tus pertenencias y aunado al caos de una ciudad super poblada, es tema que despierta en el ser, los mas bajos instintos jamás experimentados.

Dentro del ser humano, reside esa capacidad innata de predecir por meras sospechas que algo sucederá. es así como puedes ver a metros de distancia, que se aproxima un delincuente con el propósito de hacerte daño. Inmediatamente, tus instintos, te hacen cambiar, de camino para no toparte con que tus sospechas sean ciertas.

Es así también como cuando vas en un Ruta o buseta y se montan dos potenciales hurtadores; es allí cuando tu instinto te alerta a que debes bajar de inmediato antes de que sea demasiado tarde. O cuando vas en el metro a hora pico, en donde ocurre la simbiosis humana mas grande y jamás vista; es allí donde tus alarmas se prenden frente a los potenciales mete-mano en tus propiedades que se pretender quedar con las pertenencias que llevas en tu cartera y hasta en tus bolsillos.

Cuando vas caminando por una calle y sientes que se acerca abruptamente una moto; es allí donde tus piernas son mas rápidas que las de Usain Bolt y le frustras las intenciones macabras al malhechor.

Fuente La verdad es que, tu instinto te puede salvar la vida. Lo mas parecido a la naturaleza animal que reside en ti, puede cambiar tu historia.

Las emociones con las cuales fuimos cargados genéticamente al momento de nacer; todas han sido colocadas justo allí con y por alguna razón, Si sientes miedo, es normal. el asunto es aprender a canalizar esos miedos, de tal manera que, el miedo te produzca salvarte del peligro y volver a tu estado natural de alegría y contentamiento.
Los instintos, aún los mas bajos; nos salvan de caer. Controlarnos es la clave.

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Los bajos instintos existen por alguna razón. Hoy aquí en la Gran Caracas, afloran en la mujer para salvarse el pellejo y no morir en el intento de sobrevivencia. Aunque no nos suene la idea de ser maliciosos, la verdad es que, obedecer muchas veces a esos instintos profundos e intensos nos sacarían muchas veces de varios aprietos.

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Así que, si eres de las muchas mujeres que transitan por las hermosas pero desventuradas calles de Caracas, sepa bien que, sus bajos instintos le pueden salvar la vida.

Y si, tu amigo lector, que aún no conoce esta extraordinaria ciudad Caraqueña; no tengas miedo de venir; sólo atrévete a pasar por las emociones mas extremas de tu existencia.

Recuerda que tus más bajos instintos podrían salvarte la vida.

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