Realidad Venezolana

El venezolano común, hasta hace poco, una persona generalmente trabajadora, amable, cariñosa, alegre, entusiasta, a pesar de sus pocas o muchas dificultades, hoy esa peculiar personalidad de ser venezolano, ha sido invadida por una serie de situaciones cotidianas, que le han golpeado psicológica y claramente afectando su personalidad; van desde una simple depresión, desesperación, ataques de ira, por nombrar algunas, hasta casos de suicidio a Creando así un efecto dominó y afectando definitivamente a toda la sociedad.

En un día normal, una madre venezolana se levanta por lo menos a las 4:45 de la madrugada en una ciudad de provincias para dejar el desayuno a sus hijos, a pesar de que su trabajo está a 25 cuadras de su casa, lleva a sus hijos a la escuela a pie porque no hay transporte público y esperar a que llegue uno es lo mismo que llegar tarde a la escuela que al trabajo. Aunque hay otras dos opciones que serían tomar un transporte pirata que cobra el doble o el triple de la cantidad estipulada en el boletín oficial, también existen las llamadas "perreras", que son furgonetas, camiones, "cavas" que sin tener las condiciones mínimas de seguridad transportan a las personas por los altos precios de los boletos. Cuando lleva al niño de camino, camina resignado a su trabajo a tiempo parcial, y al final del día tiene que volver con el sol en su punto más alto con una temperatura de unos 40 grados centígrados.

El almuerzo termina desbalanceado con la poca comida que pudo conseguir para ese día, en una cocina eléctrica porque le ha costado mucho comprar gas residencial, ya que no se vende, ni se despacha como hace algunos años, ahora debemos pedirle a Dios un operativo en su sector comunal y que sea de los cilindros de gas del tamaño del suyo.Si tienes suerte después de haberle costado el frasco y haber hecho cola durante varias horas, puedes comprarlo por hasta 1000% más o cambiarlo por un producto alimenticio regulado como arroz, maíz, harina, aceite, azúcar.... Que la mayoría de las veces no lo tiene y para conseguirlo la compra con un superávit de 1000% de precio lo que ellos llaman "bachaqueados".

Si es el día que tiene que comprar por el número de identificación, camina al negocio que le vende el producto que ha llegado ese día, tiene que hacer cola y lidiar con los muchos "bachaqueros" del comercio que llegan después de que ella llegue, es decir, tiene que pasar primero, la cola está afuera en la calle en pleno sol o lluvia por varias horas mínimo, tiene que soportar que los vivos, el delincuente, "el bachaquero", el policía, la guardia nacional pasen delante de ella, porque no respetan a la gente de la cola, destruyendo la dignidad, si logra comprar vuelve a su casa cansada de tanto pararse y cansada de tanta impotencia.

Llega a casa a pensar en la cena; con qué acompañar la harina que compro, que el dinero en efectivo no es suficiente para comprar unos plátanos más baratos porque con la tarjeta de débito tiene un costo de tres o cuatro veces más que con dinero en efectivo.... Hay que ir al banco unas tres veces a recoger el dinero para comprar los plátanos en 250 mil bolívares por el control del dinero en efectivo que aunque se tenga mucho dinero en la cuenta bancaria sólo se puede retirar 100 mil bolívares, o 40 mil, o 20 mil o 10 mil al día, dependiendo del banco.... Eso también es una odisea matutina, haciendo cola fuera del banco, rezando a Dios para que no lleguen los amigos de la gente que esta delante y pidiendo que no se vaya la linea del banco, porque si eso pasa , perderán las horas de cola y volverán derrotados y sin dinero.

Esta es la realidad venezolana más común, es triste ver y sentir cómo la vida va de cola en cola con tantas carencias, injusticias y abusos. El venezolano se siente como la peor basura del mundo pisoteada, indignada, desesperada, indignada, pero, aún con la Esperanza de que alguien de afuera, de esta pesadilla quiere hacer algo y rescatar lo poco que queda de los venezolanos.