Se trata de aprender a desarrollar cada día mayor capacidad humana, inteligencia social, tocar a los otros en su esencia. Significa no solo anotar las fechas de cumpleaños, sino recordarlas y hacer una llamada, escribir una felicitación en el facebook o mínimo enviar un mensaje de texto. Es decir un cumplido a tiempo, expresar un halago. Es atrevernos a ser asertivos, sin complejos, ni prejuicios y decirle a la otra o al otro lo que sentimos por ellos. En nuestra cultura venezolana, esto está muy maltrecho, muchos lo confunden con ser jala mecate, craso error.
En la actualidad hemos llegado al extremo. Nos saltamos las gracias, los buenos días, el por favor, la palabra mágica de la gratitud. Tenemos que ser agradecidos, recíprocos con los gestos de otros y con los dones que la vida nos regala a diario. Consiste en inspirarnos en los detalles. Es no dar algo por salir del paso, lo cual es terrible. No importa el valor de un detalle. Es seleccionarlo con esmero, que se parezca a quien va dirigido.
Nunca olvidaré un anécdota que me marcó en este sentido, en mi vida. El día de la imposición de medallas como comunicador social, no pude asistir. Estaba hospitalizado, lleno de vías en el cuerpo y hasta con una aguja en la yugular y una sonda naso gástrica. Mis compañeros graduandos se sorprendieron e investigaron la razón. El día de la entrega de títulos, antes de entrar al aula magna en la Universidad Central de Venezuela, se presentaron en el Hospital Clínico Universitario.
Cuando una de mis compañeras abrió la puerta de la habitación , acompañada de mis compañeros de graduación, todos con sus togas y birretes, me fui en llanto. Fue un gesto demasiado humano que ratificó en mí, mi amor por la condición humana, por el ser humano y por los detalles. En cada acto de mi vida, con mi familia, con mis amigos, colaboradores de mi equipo de trabajo, me esmero en los detalles. Cuando doy un taller, una conferencia, premio el esfuerzo de los organizadores, a los participantes más destacados y motivados por crecer, triunfar y evolucionar como personas y como profesionales. Para mí esto es un placer, un supremo gozo que colma mi espíritu de satisfacción, plenitud, paz y alegría. La vida me ha enseñado la trascendencia de la gratitud, de ser agradecido, de ser recíproco y ser correspondido con quienes me han tendido la mano o me han brindado su apoyo a lo largo del camino, a saber corresponder con el corazón, con honestidad, sin manipulaciones, ni chantajes. Es una gran evolución como seres humanos, aprender esta gran sabiduría del poder de los detalles.-.
Seleccionar el presente adecuado para agasajar en cualquier ocasión.
Como dijo Ghandi: No tenemos que apagar la luz del otro, para hacer brillar la nuestra.
Identifiquemos lo positivo que hay en cada ser humano: expresemoslo sin ningún tipo de egoísmo o dejemoslo saber con algún detalle.
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Sorprendamos con una comida a alguien especial y pongamos todo nuestro esmero en su presentación.