Llegó el verano y con él un sol impresionante, que puede derretir cualquier voluntad al querer salir a la calle. Aprovechamos siempre esta época para degustar riquísimas bebidas heladas y porque no, bebidas con algo de alcohol.

Me encantan las bebidas donde se aprecie un gran color y que tengan un sabor dulce, que se sienta el alcohol apenas en el paladar o para los más atrevidos, un poquito más para atreverse a más.

Aprendí a hacer mojitos por mi novia, ya que siempre que iba a visitarme los preparaba para nosotras. Ahora después de 5 años y con muchas horas de experiencia preparándolos, les puedo asegurar que los preparo muy bien. Tanto así, que me los piden en cada reunión que ofrecemos en casa o con amigos.

¿Qué necesitamos?

• Ron
• Hojas de hierba buena
• Limón
• Azúcar
• Hielo
• Ginger ale

¡A Preparar!

1. Retiramos algunas hojas de hierba buena del tallo. De forma particular, me gusta el sabor fuerte del tallo, así que le dejo alguno. Lo golpeamos en la palma de la mano para liberar sus esencia natural y luego lo llevamos a un vaso de cristal.

2. Echamos el jugo de medio limón. Agregamos una pizca de azúcar. Será la mitad de una cucharadita.

3. Luego con una cuchara plana o con una espátula especial, se va a ir aplastando las hojas de hierba buena, que se irán uniendo a los sabores del limón y el azúcar.

4. Se agrega hielo picado hasta el borde del vaso. Incorporamos 1 onza de ron.

5. Por último se agregará el Ginger ale hasta completar el vaso. Se moverá para que los sabores de mezclen bien y estará listo.

Al final solo disfrutamos de su increíble sabor.