Hola, querida comunidad de Steemit. Ha transcurrido un poco más de una semana desde mi última publicación -menos mal que no trabajo para El Nacional, sino ya me habrían despedido- y me estaba empezando a sentir rara por el tiempo de inactividad.
Como habrán leído en el título, el día de hoy no publicaré nada mío pero los recortes que voy a mostrarles tienen mucho valor para mí tanto por el significado como por las imágenes que vienen a mi mente cuando los leo. Las fotos y dibujos que elegí para ilustrar los fragmentos son las mejores aproximaciones que pude conseguir para que los vieran de la forma en que yo lo hago .
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Ave del Tiempo
alarga la gran curva de su cuello.
En sus iris: el día que no esplende;
ya inundados del río de la noche
invisible, misterioso y sin fines.
Largo alienta en un humear solitario.
Vuelan los animales agoreros
sobre el extático arco de las aguas.
El verde removido se marchita
y se asoma en la lengua del helecho
podrido bajo la nieve. El aire
su espacio de pura magnitud descansa.
El ave extraña, inmensa, cubre el lago.
Ya nunca ha de volar. La alumbran
los anillos en que la luna humea
en su pesado disco rojo.
Y todo cuanto enmudece es el inmóvil Tiempo
con las alas extendidas sin deseo.
Fuente
El hombre y el mar
hombre, nadie ha llegado al fondo de tu abismo;
¡oh, mar!, nadie ha llegado a tu tesoro mismo;
¡con tan celoso afán guardáis vuestros secretos!
Y entre tanto que pasan siglos innumerables,
sin piedad y sin miedo uno y otro atacáis,
de tal modo la muerte y el combatir amáis,
¡oh eternos luchadores, oh hermanos implacables!
Fuente
Inscripción en cualquier sepulcro
-la trémula esperanza,
el milagro implacable del dolor y el asombro del goce-
siempre perdurará.
Ciegamente reclama duración el alma arbitraria
cuando la tiene asegurada en vidas ajenas,
cuando tú mismo eres el espejo y la réplica
de quienes no alcanzaron tu tiempo
y otros serán (y son) tu inmortalidad en la tierra.
Fuente
Saliendo de Paumanok
me senté a estudiar a los pies de los grandes maestros.
Ahora desearía que los grandes maestros regresaran para estudiarme.
¿Debo desdeñar lo antiguo en nombre de estos Estados?
Pues ellos son los hijos de lo antiguo que deben justificarlo.
Poetas muertos, filósofos, sacerdotes,
mártires, artistas, inventores, antiguos gobernantes.
Creadores de idiomas de otras orillas,
poderosas naciones en otro tiempo, ahora en ruinas, abandonadas o desoladas,
no me atrevo a seguir hasta haber honrado respetuosamente lo que habéis impulsado hasta aquí.
Lo he examinado con detenimiento, reconozco que es admirable, (hace tiempo que estoy en ello).
Creo que nada puede ser más grande , creo que nada puede merecerse más.
Lo observo atentamente bastante rato, luego lo aparto,
y me planto aquí en mi sitio, en mi propio día.
Fuente
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El primer recorte fue tomado del poema El ave del Tiempo del poemario del bardo cubano Samuel Feijoo, Camarada Celeste, antología de su trabajo producido entre los años 1945-1980. Los versos de este fragmento seleccionado me recuerda lo ilusorio que es el tiempo y que a pesar de esto, todos los días tengo la impresión de no aprovecharlo como debiera. La imagen que elegí para ilustrar el poema es la fotografía del Ángel de la pena, una de las esculturas elegíacas más famosas del mundo diseñada por William Wetmore Story en el año 1894 para honrar la memoria de su fallecida esposa.
El segundo recorte lo extraje del poema El hombre y el mar del libro Las flores del mal del poeta simbolista Charles Baudelaire. Aunque él se haya referido al género masculino en este trabajo, me parece que todas las personas son un misterio tan insondable como el mismísimo Neptuno.
El hombre que posa con desenfado en el retrato no es sino Ernest Hemingway presumiendo la pesca del día.
El tercer recorte Inscripción en cualquier sepulcro vino de parte de Jorge Luis Borges. El tema de la muerte y el recuerdo del fallecido en la mente de quienes lo conocieron, es bastante recurrente en mis trabajos. En mi caso, si pudiese ponerme en contacto con ellos, creo que mi cerebro sería una guía telefónica al Más allá y, dicho sea de paso, sólo tendría los números de personas que admiro hasta el punto de pensar en ellas casi todos los días. Entre ellas al autor del poema citado.
Y el último, pero no menos importante, es el recorte de Saliendo de Paumanok del libro Hojas de hierba de Walt Whitman. Esta es la segunda vez que cito su trabajo en mis artículos. Si la primera vez fue por hablarme de la realidad del valor de las cosas de este mundo según mi percepción de ellas, en este recorte el poeta hace un reconocimiento a las personas que contribuyeron a la construcción del mundo occidental. Para ilustrar este fragmento no se me ocurrió otra imagen que la pintura del artista renacentista Rafael Sanzio, La escuela de Atenas hecha entre los años 1510-1512.
A mi parecer, el retrato imaginario de los científicos griegos parece el poster de una película histórica que sería entendida y apreciada por pocos.
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