Concurso Cervantes: 1ª Entrega

Fuente

Los relojes sentirán en sus precisas entrañas las consecuencias del calentamiento global. Esto es lo que nos quería decir aquel genio de Figueres. Extrañamente concebió Dalí la tórrida visión del futuro en sus delirios psicodélicos; una visión que hoy en día nos provoca cierto estupor y descreimiento. «He visto el fin; he visto el fin y es bello, casi tanto como mi bigote» le decía a Buñuel justo después de terminar el cuadro y desarrollaba la idea con gesto nervioso y aire profético:

—Hará mucho calor y habrá una inversión molecular. Esto quiere decir que las moléculas de los sólidos reclamarán para sí más espacio personal y, agobiadas por el calor, renegarán de sus compañeras. Mientras tanto, los líquidos verán en su estructura sus moléculas necesitadas de apoyo ante el presagio del fin del mundo y se unirán a sus congéneres en una disposición más compacta. Solo así podrán cobijarse del frío emocional que supone ver la autodestrucción del homo sapiens. Como resultado, los sólidos se derretirán poco a poco, y los líquidos se solidificarán. Sin embargo esta no será una ley universal, sino que se aplicará de manera totalmente aleatoria; no se podrá predecir, como el movimiento de un péndulo doble. Por eso vemos los relojes desparramados y el barro elemental solidificado en un prisma regular, pero notamos también que los efectos de esta ley no afectarán a la rama que crece sobre ese prisma. La física contemplará cómo el objeto de su estudio — la propia naturaleza — refuta las leyes y teorías que pretenden desenmarañar sus fenómenos. Ante la estolidez del ser humano, que, pese a tener conciencia, no la usa, la materia trascenderá en su existencia y desarrollará un conocimiento sobre sí misma y el mundo que le rodea. La naturaleza se regirá por preceptos e ideas psicológicas, no físicas. Las moléculas que informan el universo contarán con una nueva dimensión: la ética. Para determinar la bondad o maldad de un objeto habrá que averiguar cuál es la postura moral de cada una de sus moléculas y hacer un cómputo global. Algunas podrán ser acérrimas kantianas, otras se sentirán más cercanas al individualismo de Stuart Mill y unas pocas se ensoberbecerán tras leer a Nietzsche. Estas diferencias darán lugar a cambios que a priori parecerán inexplicables, pero serán debidos a problemas psicológicos de apego entre diferentes moléculas.

—¿Y qué hay de su religión? ¿será religiosa la materia? — preguntaba Buñuel.

—Sí, pero no crearán una institución que prostituya su culto religioso, como la iglesia cristiana. Creerán en la armonía generalizada, en la characteristica universalis sobre la que disertara Leibniz, aunque también habrá moléculas detractoras de este deismo impersonal. Habrá Galileos moleculares que morirán injustamente en reacciones químicas producidas por la disparidad de opiniones religiosas y habrá también una inquisición material, pero será mucho menos estricta que la que sufrió España siglos atrás. En general las moléculas serán mucho más transigentes con la libertad de culto.

Ahora si me disculpas, querido amigo, tengo que dejarte. — Y el pintor se fue a su cuarto a echar una cabezadita.

Cuando despertó, Buñuel todavía seguía fascinado por la profecía que acababa de escuchar, así que le pidió a Dalí que le hablase más sobre ella. El artista, con aire de desconcierto, le dijo lo siguiente:

—¿Qué profecía, Luis? lo que pretendo con La persistencia de la memoria es darle entender a los posibles compradores de mi obra que tengo un horario flexible.

Y ambos rieron a carcajadas.

• hyperion

             ______________________________________
  

Concurso patrocinado por el witness @cervantes. No te olvides de votarlo en la siguiente página: http://www.steemit.com/~witnesses