Estas premisas deben ser trasladadas a todos los sectores de la ciencia, siendo reconocidas por los científicos en sus indagaciones, puesto que les permitirán comprender la necesidad de mirar los fenómenos desde múltiples perspectivas. Si se mira un evento científico desde una sola óptica, se limita la interpretación del mismo en su amplitud, y se sesga el resultado del estudio.
En otras palabras, interpretar cada evento científico en su totalidad permite garantizar la objetividad en las conclusiones, por el contrario, una mirada unidimensional reviste de parcialidad. La filosofía de la relatividad es un punto importante en estos planteamientos, puesto que entran en juego las posibilidades de los eventos, no obstante, en holística se entiende que esas posibilidades también se transforman, y dan lugar a nuevas realidades que se relacionan entre sí. He aquí una cita que explica estas ideas desde el paradigma de la complejidad:
…el “todo” en holística es: interacción constante; dinamismo; optimismo; realización cósmica y universal; potencialidad ilimitada; trascendencia; poiesis (creación); y caos, entendido éste como plenitud de posibilidades… (Barrera, 2010)
Es así como las fronteras se convierten en oportunidades para avanzar, los límites se desvanecen y el conocimiento se hace infinito, cuando se trata de hacer ciencia holísticamente. Nuevamente insisto en la desfragmentación científica que demanda la sociedad actual, donde la mayoría lucha por sobrevivir y unos pocos disfrutan de excesos. Es necesario que estas discusiones académicas se trasladen a campos praxiológicos, que catapulten una verdadera evolución de la humanidad.
Referencia.
Barrera, M. (2010). Holística. Caracas: Quirón Ediciones.