Una carta al cielo para mi ángel

“Han pasado unos meses desde que no estás físicamente, a pesar del tiempo transcurrido aún te pienso constantemente y creo que va a ser así por el resto de mi vida. La vida me sacudió los sentimientos al enterarme de tu partida, tal noticia me pareció increíble porque nunca estuve preparado ni mucho menos nadie me dijo como afrontarla, no quería que eso pasara y se desvaneciera mi felicidad.

Sé firmemente que a diario te encuentras acompañándome, guiándome y cuidándome, sé firmemente que aún estás conmigo. Desde pequeño fuiste patrón fundamental en mi crianza, me enseñaste muchas cosas que cada día agradezco infinitamente, y aunque no me enseñaras algunas cosas, yo las aprendí por mi cuenta, eso me hace comprender cuan afortunado soy de haberte tenido en mi vida.

Te admiro y siempre te reflejo en las soluciones de algunos problemas, pues tuviste una capacidad motivadora y positiva de arreglar las cosas.

Esto lo escribo con lágrimas en la orilla de mis ojos, me he dado cuenta que extrañarte se hace cada vez más fuerte, a veces la nostalgia me toca la puerta con recuerdos y es inevitable llorar. En los cumpleaños, en navidad, y en cada fecha especial te recuerdo. Cada día hay algo que me recuerda a ti, ya que desde que te fuiste vivo donde vivías y donde fui criado gran parte de mi vida.
En mi mente siempre reviven esos recuerdos de épocas decembrinas donde entregaría mi alma por volver allí ya que fuiste ese pilar de la tradición que me hacía sentir el niño más feliz de la tierra. Mi infancia fue maravillosa y feliz porque usted fue una de las razones de semejante fortuna. Probablemente no podría decir lo mismo si no hubiese sido usted mi abuela.

Fueron muchísimos momentos gratificantes que viví contigo a lo largo de mi infancia y juventud que nunca se van a borrar de mi mente, tuviste esa brillante chispa que convertía lo más mínimo en lo más extraordinario. Siempre recuerdo tus consejos, tus frases únicas, tus regaños, tus chistes, todo, es que me diste tanto para recordar que será imposible olvidar. Usted fue uno de los ejemplos de amor más grandes que he conocido, apasionada por su trabajo, lo que hacías en la cocina parecía magia, no ha tenido comparación, daría mi vida por volver a deleitarme con sus exquisitas comidas y dulces. “Dulce Pina” popularmente conocida por muchas personas de mi ciudad por su encanto en la cocina ya que desde joven fue cocinera y repostera, la mejor destreza que la vida le pudo haber dado.

Muchas veces te he visto en mis sueños, incluso en otros te he abrazado y hemos hablado. Cada noche antes de dormir tengo la esperanza de soñar contigo una vez más. Dejaste una huella imborrable en mi corazón, fuiste mi mejor regalo, no sabes cuanta falta me haces, extraño llegar a casa y que me ofrezcas cocinarme lo que me gusta, extraño reír a carcajadas por tus chistes o tus frases elocuentes, extraño tus abrazos, besos y consejos únicos.
Aunque me duela ya no tenerte físicamente, sé que estás en un lugar mejor, sé que viviste tu vida a plenitud y también fuiste muy feliz y me siento agradecido por eso. Indudablemente si existe otra vida después de esta quiero que tú vuelvas a ser mi abuela. Te amo y te amaré por siempre.”

Para mi amada abuela. Descansa en Paz.

Los que aún tienen a su abuela viva, valórenla, visítenla más seguido, regálenle besos, abrazos, risas, porque las cosas materiales o el dinero no se lo llevan cuando parten, se llevan en el alma la grata satisfacción de amor que recibieron. Son el mejor regalo que la vida nos da y siempre queremos que nos duren toda la vida.

Todos o la mayoría hemos pasado por ese desencanto, hemos perdido físicamente a esa persona especial dejándonos gran dolor en el alma, con el tiempo aprendemos a ser más fuertes, a comprender que las cosas tienen un motivo y por eso simplemente la vida es así.

“No se muere quien se va, solo se muere el que se olvida”

En memoria también a esos seres queridos que se han ido al cielo y nos han dejado un vacío en el alma.

Agradezco inmensamente que me hayas leído ¡Saludos!