Este mes en particular es uno de los que es asumido por la mayoría de las personas para considerar cambios en sus vidas, para tomar decisiones importantes, para analizar lo que hicieron en el transcurso del año, hacer proyecciones para el próximo año, entre muchas cosas más, pero siento de manera general que solo se trata de una especie ritual de fin año y no de algo que surja desde el verdadero interior o de las ganas de hacer las cosas de manera distinta.

Una especie de moda que embarga a la gente, incluso en eso que asumen como "supuesta espiritualidad" de fin de año, cosas absurdas ocurren en el mundo durante todo el año y creen muchos que finalizando el año, sólo por tener unas esperanzas y pretender asumir algunas decisiones desde lo emocional pueden cambiar, no, nada más lejos de la verdad que eso.

Soy de los que piensa que si no hay un cambio real interior, si sigues actuando de la misma manera tu vida no pasará a otra cosa, y no por ser desesperanzador, pero, pondré un ejemplo:

• Un deseo habitual de fin de año es el hecho de querer riquezas, pero, la verdad es que las personas añoran tal realidad de abundancia pero su mentalidad de escasez no cambia, sigue siendo la misma desde que son niños, entonces, ante esta realidad, bajo un mismo esquema mental, ¿Cómo van a hacer cambios drásticos?

No es difícil realmente es imposible, muy improbable que logren hacer cosas contundentes, que marquen un verdadero cambio en sus vidas si no hay un cambio de mentalidad, debo ser insistente en este punto, porque por experiencia propia puedo afirmar que de seguir haciendo lo mismo los resultado no serán diferentes, una realidad que llegué a vivir una y otra vez.

Desde hace un par de años, que tuve un encuentro, una reunión muy importante con alguien que me mostró sus resultados a partir de los cambios que asumió, me dije de manera determinada, que debía tomar muy en serio hacer algunas reestructuraciones en mi vida, lo cual asumí con mucha responsabilidad a mediado de año, no en diciembre bajo la sombra de la moda o las emociones, y fue así como pude impactar positivamente mi vida.

La invitación es a que asumamos la verdad de que tenemos lo que buscamos, son resultados que obtenemos que parten de nuestras acciones y concluyen como resultados de estas. No más.