El temor a lo desconocido es algo que está presente siempre en todo lo que hacemos, entenderán que cuando ya conocemos algo solemos disminuir esos niveles de ansiedad que teníamos antes de eso, y con mucha frecuencia caemos en cuenta de que no debimos tener el miedo que sentimos, pero también se que en buena medida es incontrolable para muchos.

Me atrevo a decir que conozco a muchas personas que con el sólo hecho de pensar que pudieran tener el virus Covid sienten que van a morir, y es que hay un miedo generalizado al respecto, aún cuando los datos dicen que no debería ser tan así en vista de que el mayor porcentaje de contagiados sale ileso de la enfermedad , y que sólo tienen resultados letales aquellos que tienen enfermedad de base, mala alimentación, etc.

Pero, de todo esto lo que quiero destacar, más allá del miedo, es que hay algo emocional fundamental en todo proceso en el que el ser humano incursiona, sea bueno o malo, y lamentablemente no siempre se le presta atención. Cuando una persona empieza a tener un miedo -casi incontrolado- por algo, lo lleva a pensar constantemente en eso y de cierta forma hay una atracción que hace que en algún punto termine por llegar a su vida.

Si, la fuerza de atracción es real, tiene poder, y si hacemos conciencia de eso, podemos usarlo a nuestro favor. Tener miedo hace que una cascada de eventos muy perjudiciales para nuestro organismo se hagan presente, y nos predispongan a sufrir enfermedades, a paralizarnos, y esto tiene muchas cosas más que no son para nada buenas, porque si nos paralizamos, sencillamente no hay avance, de hecho, podemos más bien involucionar, y asumo que nadie quiere que le pase eso, pero suele pasar.

Hace poco hablaba con una amiga, ella empezó a presentar síntomas gripales, y lamentablemente, partiendo de todo lo que el Covid ha causado a nivel mundial, lo primero en lo que ella pensó fue en eso, y aún cuando es una persona sana, imagino el peor escenario, algo un poco exagerado según mi punto de vista, pero uno debe respetar los procesos, claro.

Casi que hizo un testamento, pensaba en que sería de su niña, quien la cuidaría, entre otras cosas, pero finalmente fue no más que una tos alérgica lo que tenía, sin embargo, entró en un proceso depresivo que la llevo a consulta psicológica, aún cuando no padeció más que una simple gripe, que pasó en pocos días, el miedo le generó algo peor.

Y esto último es lo que resalto, muchas veces, y creo que la mayoría de las veces, el miedo puede ser pero que la realidad...