Una noche cómo otra, viendo la luna y admirando las estrellas, pensando en todo lo que ha pasado hasta el día de hoy, imaginando cientos de cosas que no han pasado, y aluscinando el juego entre ambos que enciende la pasión.
Quisiera que los sueños se hicieran realidad, y que las expectativas contigo nunca me fallen, he vivido en un mundo de mentiras, de traiciones, de tristeza, de rencor, de odio, pero cómo una película, siempre gana el amor. Se dice que uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz, y aunque no quisiera, el destino es algo que nadie puede controlar.
Sin embargo la cague tanto en el pasado, que ahora pienso muchas veces la decisión que voy a tomar, no me gustaría salir lastimado nuevamente, no me gustaría que se rumore un chisme, no me gustaría que ambos nuevamente nos alejemos, pero sobre todo, no me gustaría despedir ese inicio que comenzó todo.
Momentos depresivos sí me han llegado, lo admito, pienso en ti día y noche, a cada momento, y al cansarme de ver tu foto a través del teléfono, te escribo después de contenerme tanto, no sé lo que estará pasando por tu mente, pero por la mía están pasando muchas cosas.
Solo pido algo, y es que si no ha de ser lo que yo quiero que sea, salgamos de dudas e inquietud de una vez por todas, porque la verdad, es que yo por ti, sí me la jugaría hasta el último minuto de mi vida.
Solo te diré algo, y es que voy a tener el valor de tomar la iniciativa, porque ya no aguanto, mirarte a los labios y no hacer nada, que me mires a los ojos y no poder decirte nada, abrazarte, y no poder decir que nunca me sueltes.
Cómo dijo “Canserbero”: Y lo peor es que te yo conozco tanto, que podría recordarte quién eres por si se te olvida, y lo peor es que de ti sé tanto, que podría dictar clases intensivas de tu vida.