El problema de algunas asesorías

Solemos tener muchas amistades, y eso es algo bueno, que a lo largo de los años han acumulado una gran cantidad de experiencia en diversas áreas de la vida, partiendo de lo laboral, los deportes por distracción o por profesión, pero no todos tienen una profesión que les de la posibilidad de ser "expertos" en algo que les ponga en situación de ser expertos en lo económico oo financiero.

Menciono esto porque hace algunos meses atrás hubo un amigo que perdió el dinero que le había tomado casi 4 años ahorrar por prestar atención a los "consejos financieros" de un amigo que nunca había hecho ningún tipo de negocio, era una persona común con su trabajo formal, que había visto algunos vídeos de inversión, pero nunca se había atrevido a hacerlo el mismo, sin embargo si tuvo la osadía de hacer una recomendación.

Es aquí en este punto cuando valoro el hecho de que con demasiada frecuencia nos desesperamos y caemos en estos errores de asumir los consejos que alguien a quien le tenemos confianza, pero que no es experto en el área en la que necesitamos asesoría, y por confiados terminamos por hacer un movimiento muy malo en nuestras finanzas y perdemos.

Yo soy una persona comedida, la verdad es que no soy arriesgado, quizás peque en este aspecto de desconfiado, pero por ejemplo, en cuanto a criptomonedas sé poco, lo básico, se que es dinero digital, que está basado en Blockchain, pero saber explicar que es o como funciona no estoy capacitado, por tal motivo no debo ponerme a inventar en eso de asesorar a personas.

Pero, lo único que si hago es hablar de esta red social a otras personas, en vista de que más allá del tiempo que deben dedicar a escribir, a hacer las publicaciones y a dejar algunos comentarios en publicaciones que les interesen, no hay que invertir más, así que no se trata de invertir grandes montos de dinero para poder generar ganancias.

Sólo por esa razón me atrevo a recomendar, porque o soy capaz de asesorar a nadie en términos de economía, porque no estoy formado en esa área, ni nada parecido, y cargar en mi conciencia con e hecho de que alguien pierda dinero por mis malas asesoría no es algo que me gustaría. Pero, no sólo echo la culpa a quien asesoró sino al asesorado, por confiado, por ahora sólo le toca asumir su pérdida y empezar a ahorrar nuevamente, debo asumir que aprendió la lección.