Cuando llegamos a cierta edad de nuestra vida, solemos prestar más atención a nuestra salud, las dolencias empiezan, dolores de la cadera, o las rodillas, los problemas de tensión arterial pueden hacerse notorios, entre otras cosas más, pero lo que veo es que comenzar a ejercitarse a edad avanzada no es que esté mal, pero es evidente que lo ideal es que podamos empezar desde jóvenes, no para intentar recuperar nuestra salud, sino para no perderla. Al menos es lo que creo, y no creo estar equivocado.
Por lo tanto, si ya tenemos 60 años y es la edad en la que decimos, "debería empezar a cuidarme", ya habrá instaurados algunos problemas que evidentemente no podremos eliminar por completo, aunque podamos disminuir considerablemente los efectos, por esta razón es que digo que no está mal ejercitarse independientemente de la edad, pero lo que siempre voy a pensar y sin posibilidades de equivocarme es que poder empezar en la etapa de juventud a dedicar tiempo para el cuidado de nuestra salud es lo mejor, y podremos ver muchos más efectos beneficiosos en la etapa de adulto.
No basta con hacer ejercicios, evidentemente, tener una buena alimentación es lo ideal, porque es un gran complemento junto a los ejercicios, para que nuestra salud se mantenga en óptimas condiciones. No hace falta ser experto en nutrición, actualmente contamos con mucha información en internet que nos puede servir para orientarnos en lo que es comer sanamente, sin necesidad de tantas consultas ni gastos especiales.
Por lo tanto, tener una mayor conciencia de estos dos factores mientras aún somos jóvenes nos evitará muchas complicaciones en la etapa adulta, porque algo que tampoco tiene discusión es que vamos a llegar a una edad avanzada, y aunque no vamos a tener la vigorosidad de la juventud, no implica que tenemos que estar con dolencias, porque a la mano tenemos herramientas que nos pueden ayudar en ese aspecto, como lo son una sana alimentación y actividad física constante.
De tal forma que se hace más que necesario poder cuidar nuestro cuerpo en lo físico, y en lo mental, y ambas formas podemos cultivarlas haciendo ejercicios y alimentándonos sanamente desde la juventud para que el cuerpo a edades más avanzadas no nos pase factura.
