Suelo caminar mucho en las mañanas y en la tarde, cuando voy al trabajo y cuando regreso a casa, por suerte vivo relativamente cerca y me gusta caminar. Con cierta frecuencia coincido con algunas personas, imagino que al igual que yo, se dirigen a su trabajo, pero noto una gran diferencia, y es en sus miradas, obviamente no puedo ver la mía, pero sé que no me veo así.
Camino a un trabajo que disfruto, que me gusta hacer, por tanto, no creo que tenga mirada de "nuevamente a lo mismo", eso se nota, es evidente, por mucho que intentemos ocultarlo, cuando algo no nos gusta se siente, se percibe. Esa mirada con ese gesto de "no tengo más opción" puedo notarla en muchas personas.
Ocurre con demasiada frecuencia que los trabajos a los que nos dedicamos sencillamente son esos que hemos logrado conseguir y ya, no se trata de que hemos escogido lo que queremos hacer, sino que es la única opción que tenemos y ya, nos corresponde aceptarlo. También me tocó en algún momento trabajar haciendo actividades que no me gustaban, otras que realmente puedo decir que odiaba, pero, era lo que tenía para poder obtener algo de dinero.
Y esto es un gran problema, la verdad, creo que causa mucha infelicidad en las personas, porque hacer algo que no nos guste hacer, de manera constante, rutinaria y por obligación, y si además a eso le sumamos el hecho de que los salarios son con muchas frecuencia muy bajos, es evidente notar que es causa de infelicidad.
No sé hasta que punto eso pueda afectar, pero lo que creo es que así como de trascendental es hacer algo que nos gusta y como esto afecta de manera positiva en nuestras vidas, lo que hacemos aún cuando no deseamos hacer, debe tener su efecto también más allá de lo que pensamos.
Aún recuerdo algunos trabajos que realicé por obligación, como por ejemplo trabajar albañilería, detestaba ese trabajo, llegaba agotado a mi casa, con dolor de espalda, cintura, las manos resecas, y cuando por alguna razón tengo algún tipo de polvo en las manos, me hace ir de inmediato a esos momentos en los que mis manos estaban llenas de cemento.
Por eso puedo afirmar que tiene todo esto un gran efecto a futuro, y lo mejor es cosechar momentos agradables, que evoquen alegría y no lo contrario. Pero, desafortunadamente no todos tienen esa posibilidad, es la realidad.