El Baco (Cap. 61b)steemCreated with Sketch.

in spanish •  7 years ago 

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(Llegando a Málaga)

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Cuando llegó al Instituto de Alfonso Sierra, coincidió que Nachi recogía, de la conserjería, exámenes para la segunda evaluación, que se avecinaba. A Honorino le sorprendió la peculiar manera de expresarse un funcionario público detrás de una ventanilla, pues lo atendió Juan, el otro conserje:
—«Zi fuera venío hace cinco o zei meze, lo fuera piyao aquí. Ahora ya, malamente, porque eze mushasho, creo yo recordá, por zi acazo no me haga cazo, exte curzo, creo yo recordá, no ha venío. Pa má zeguridá, mire uzté, venga uzté, zígame uzté y habla uzté con doña Candela, la dirextora; pero pa mí, que eze mushasho ze ha ío a viví a Buenozaire; yo, argo he oío» —intentaba recordar y agachaba la cabeza mirando hacia atrás por debajo del sobaco con un leve taconeo—. «¡No! ¡Miento!» —se preguntaba a sí mismo—: «¿Pa ónde ze ha ío, Juan? Yo zé que ze ha ío por ahí, al eztranjero, pero no pa Francia ni pa Zuiza, que ezo mayormente lo conozco yo mu bien».
Honorino se olvidaba por momentos de su cometido oyendo hablar a Juan tan castizamente malagueño, y dijo:
—Si se ha ido a Buenos Aires, a lo mejor, lo que ha oído usted es Argentina. Desde luego, Argentina está muy lejos, porque ya queda en el hemisferio sur.
A Juan no le cuadró demasiado bien eso del “sur”, y le contestó:
—«Zi ezo lo zabe un anarfabeto, por el fúrbol; no ve uzté que loz mejore equipo zon Brazil y Argentina. Lo que uzté ze equivoca ez en lo der “zu”. Claro, como uzté ez de por ahí…»
Le empezaba a resultar simpático el conserje:
—No hombre, Argentina está en el hemisferio sur y nosotros estamos en el norte.
Juan midió a Honorino con la mirada dos veces, de arriba a abajo; y alardeando de ironía relajada, declaró con rotundidad cerrando los ojos y acariciándose la barbilla:
—«Puez le azeguro yo a uzté que ziempre, ¡ziempre!, había penzao yo, que Málaga, ziempre había eztao en er “zu”».
En el primer momento le resultó gracioso, pero, en vista de la postura que había adoptado, instó:
—Bueno, ande, por favor, dígame dónde está la señora directora:
—«Zígame» —braceó Juan muy digno y lo condujo al despacho de Candi.
Nachi, al oír que preguntaba por un alumno al que ella no conocía, supuso que seguían los interrogatorios del primer trimestre y dio la voz de alarma a todo el Instituto:
—Un notario con acento del norte prepara algo con Candi —Carlos, que bajaba, escuchaba con ojos grandes y cara tersa. Siguió la rueda—: Un notario de Madrid... algo está investigando en el Instituto; y Candi colabora —nadie podía impedir que la bola se hiciera más grande—: ¿Sabes que un notario de Madrid, y ahora vendrá la policía, ya está, como en otros tiempos, con ganas de hacernos fichas? —Carlos continuó propagando a Juan, Pepe y la Negra, que bajaban entre la barahúnda del alumnado. Román y Miguel escucharon a Claudia María, torpes pasos zancudos con movimiento de rotundas nalgas de seda, quien en el pasillo de arriba ya había captado onda—: «Un centralista antiautonómico, corporativista y sobre todo reaccionario, todavía anda tras de la gente progresista y sana».

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Me encanto!

Gracias @richi03. Sigue la novela...