L a Música Bailable en New York y el Caribe.

Apreciados y respetados hermanos de Venezuela y el Caribe, hoy deseo compartir con ustedes un tema que demanda alta exigencia emocional, tanto por la identidad con el motivo tratado como por la fascinación que se siente al describirlo. Hablar de música popular caribeña no es tarea fácil, que Dios me ayude en este propósito, entre otras cosas, por la cantidad de productos a presentar como por el extenso número de en su gran mayoría desconocidos por las generaciones nacidas en el presente siglo XXI.

Después de esta introducción, describiremos algunos géneros y ritmos que dan vida a esta interesante historia y su importancia en cada región; nos sumergiremos desde el JAZZ Norteamericano hasta el exquisito SON cubano, el CHA CHA CHA de Enrique Jorrín, el MAMBO de Dámaso Pérez Prado, la BOMBA de Puerto Rico, la PACHANGA de Eduardo Davison, la CHARANGA de Gilberto Valdez, el DANZON cubano, el MERENGUE dominicano y la MURGA de Panamá, sin descartar ni subestimar a la CUMBIA de Colombia y el JOROPO de Venezuela.

Comencemos recordando que durante la década de los años 40, la isla de Cuba era el casino más atractivo para la industria del entretenimiento y las apuestas en el Caribe, el famoso TROPICANA recibía diariamente a una clientela distante apenas 90 millas desde La Florida norteamericana, para entonces el máximo esplendor de la esencia musical cubana servía de aliciente para los promotores de tan productiva industria, era la época de la afamada Orquesta Aragón de Cienfuegos, la Orquesta Casino de la Playa, Arsenio Rodríguez “El cieguito de oro”, la Orquesta América y la exitosa Sonora Matancera con su estrella Celia Cruz.

En el plano individual la semilla del inimaginable futuro de la música caribeña comienza su glorioso germinar, allí surgen figuras como Miguelito y Vicentico Valdez, Enrique Jorrín ( creador del CHA CHA CHA ) Alfredo “ chocolate ”Armenteros, Arturo Sandoval ( excelso trompetista ) Pedrito Hernández,(maestro violinista), Miguelito Cuní, Pio Leyva, Tata Guines y José Fajardo y sus estrellas, solo por mencionar algunos prestigiosos exponentes del género.
Entretanto, en los Estados Unidos, específicamente en la ciudad de New York ,ya se destaca la figura del excelente músico cubano Francisco Grillo “ MACHITO” y sus Afrocubans, quien con su muy personal estilo logró una SIMBIOSIS entre los ritmos caribeños y el Jazz americano, así se ganaba la vida y acrecentaba su prestigio entre el entusiasta público de La Gran Manzana.

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En esos años finales de la década de los 40 ,el sitio por excelencia para bailar y escuchar música en New York era un renombrado local situado en la calle 53, EL PALLADIUM, donde la estrella del momento era MACHITO Y SUS AFROCUBANS, hasta que los emprendedores Mario Bauzá y Federico Pagani contrataron a un joven de Puerto Rico criado en New york llamado TITO PUENTE quien para entonces era líder de su propio grupo LOS PICADILLY BOYS; Puente , músico académico sería considerado en la década del 50 como “el rey del timbal”. Sin embargo, el auge y categorización del PALLADIUM llegaría al éxtasis con la llegada del artista más emblemático del famoso centro; era PABLO “TITO” RODRIGUEZ, voz, presencia, sabor e identidad con el público.

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Tito Rodríguez, nacido en Puerto Rico, ya había trabajado con Tito Puente en la Orquesta de José Curbelo, contratados para un “ mano a mano” contra la Orquesta de MACHITO; al correr el tiempo, ni Machito ni Tito Puente con su nueva orquesta pudieron estar a la par del indetenible interprete de mamaguela quien interpretó con su grupo piezas de la PACHANGA de Eduardo Davison y la CHARANGA de Gilberto Valdez; es justo mencionar que uno de los mejores arreglistas de la Orquesta de Tito Rodríguez fue el extraordinario tecladista de Puerto Rico Charlie Palmieri.

Hasta esta década todo era éxito muy merecido para el esfuerzo de los músicos caribeños en New York y simultáneamente en el cercano México las preferencias musicales las dominaban los cubanos Dámaso Pérez Prado “ el rey del mambo” y Benny Moré “ el bárbaro del ritmo” con su Mata Siguaraya. El contagio de esta excepcional vena musical no se quedó allí, en Venezuela las salas de baile disfrutaban esta corriente musical con arreglos hechos por el dominicano LUIS MARIA FROMETA. BILLO. Y los arreglos del entusiasta Carlos Landaeta “ pan con queso” y su Sonora Caracas, en Puerto Rico el éxito era indescriptible con el estilo inconfundible de Rafael Cortijo y su combo, mientras que en Colombia el ritmo lo imponía el talentoso Pacho Galán.

1. Ocurre un hecho circunstancial y enriquecedor para la música caribeña en Norteamérica. el afamado flautista José Fajardo “ y sus estrellas” viaja desde Cuba a una presentación privada en honor del entonces candidato presidencial John FitzGerald Kennedy, este hecho no pasó inadvertido y Fajardo es inmediatamente contratado para el PALLADIUM, Fajardo contaba con una super banda , un verdadero DREAM TEAM musical, con el vinieron CHOCOLATE ARMENTEROS( trompetista de excepción) TATA GUINES ( conga) PEDRO HERNANDEZ Y ELIO VALDEZ(violines). Y el repertorio que embriagó al PALLADIUM se basó en CHARANGAS al estilo de la Orquesta Aragón y Danzones Clásicos.

Es así como llegamos a los años 60, la ebullición caribeña trasciende las fronteras, New York dicta la pauta y los artistas cubanos y de Puerto Rico son cada vez más admirados y requeridos en las exigentes plazas del caribe, Venezuela y Colombia, desde México hasta el Perú los músicos de New York viajan una y otra vez a deleitar a los exigentes melómanos de Venezuela, Colombia y Lima , allí estaban la SONORA MATANCERA, FAJARDO Y SUS ESTRELLAS, JOHNNY PACHECO, TITO PUENTE, TITO RODRIGUEZ, Todos, Todos queridos lectores , compartiendo y sembrando las semillas que dieron vida a los triunfadores del siglo XXI . TODOS, de New York para el mundo.

1. TITO RODRIGUEZ actúa en Venezuela y su particular instinto le lleva a cambiar radicalmente su estilo y de vuelta a New York comienza una impresionante y exitosa etapa como BOLERISTA, Brillante pero jamás igual a sus éxitos en el PALLADIUM.

2. CIERRE DEL PALLADIUM.
   Crisis General, la prohibición a la venta de licores decretó también el inminente cierre del PALLADIUM y la desaparición de muchos sueños y proyectos para la colonia musical que hacia vida en La Gran Manzana.
   Machito, todavía en el ambiente, volvió al Jazz y a su cautivo público norteamericano, TITO PUENTE siguió sobreviviendo hasta la llegada de su SALVACION. Lupe Victoria Yoly Raymond. “LA LUPE”.

Esta historia continuará……

Así finalizamos esta entrega musical donde solo aspiramos llegar a la sensibilidad de buena parte de los buenos melómanos latinoamericanos y Newyorkers, con la esperanza de mostrar algo sobre la vida y obra de aquellos grandes e inolvidables PIONEROS.