Populismo y demagogia.

Se suele utilizar el término populista de forma peyorativa, a menudo por políticos o personajes mediáticos para acusar a sus rivales de querer manipular al pueblo en decremento de sus intereses por el favor de los propios.
Cabe recordar que populismo literalmente significa conseguir atraerse el apoyo de las clases populares, esto quiere decir que el populismo en sí es una herramienta política que todos los sectores utilizan y deberían utilizar para favorecer al pueblo y no a intereses partidistas y o personales.
Lo último descrito responde a otra terminología, la demagogia, que consiste en conseguir el favor del pueblo a través del halago. La definición de wikipedia me parece acertada: Demagogia (del griego δῆμος -dēmos-, pueblo y ἄγω -ago-, dirigir) es una estrategia utilizada para conseguir el poder político que consiste en apelar a prejuicios, emociones, miedos y esperanzas del público para ganar apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica, la desinformación, la agnotología y la propaganda política.
Por lo tanto, es de menester importancia no confundir una con la otra y tener el cuenta que un factor clave para distinguirlas, es reconocer que el populismo aplicado de forma positiva siempre ha de utilizar la honestidad y las verdades incómodas de digerir, puesto que para el progreso constructivo la auto crítica es harta necesaria.
Esto es paradójico ya que parece incompatible que se pueda conseguir el favor de cualquier ser humano criticándolo, en vez de llenándolo de cumplidos. Al fin de cuentas parece que las sociedades modernas funcionan como una serpiente que se come la cola y la carrera consiste en llegar a la cabeza sin pensar mucho en los rezagados.