El futuro ya está aqui (Articulo)

El mundo cambia vertiginosamente de la mano de la tecnología y nos lleva a espacios y situaciones dignos de una novela de ciencia ficción.

Hace apenas menos de cuatro décadas las comunicaciones vía Internet y la telefonía celular eran cosas de fantasía y ni pensar en redes sociales y otros medios de interacción que son ahora tan comunes y que no eran parte tangible.

A todo esto hay que sumarle la transgénica, clonación, manejo del genoma humano, trasplantes y otros experimentos biológicos que van haciendo realidad la posibilidad de una vida más larga y sustentable, incluso fuera del planeta.

Por si fuera poco, para los amantes de Asimov y su utopía robótica, ya estos se encuentran en cada casa en diversas formas y comparten el diario vivir de nosotros, incluso están avanzados los experimentos en el que los mismos puedan tener su propia inteligencia al estilo Terminator, de tal forma que la Inteligencia Artificial parece dejar de ser un mito.

Lo anterior es apenas la punta del iceberg de una raza que ha ido descubriendo su potencial, usándolo no solo para el bien sino también para crear armas que podrían exterminarlo en pocos segundos.

El mundo ya no se parece al de un siglo atrás y muy poco al de hace medio siglo.

La sociedad ha ido dinamizándose y dinamitándose y las nuevas generaciones parecen nacer con un chip insertado en el que viene la información para manejar todos estos cambios.

Conocer el futuro ya no es tan sencillo y la fantasía parece hacerse real cada día que pasa, razón por la cual se hacen populares aquellos viejos superhéroes que explotan las taquillas de los cines, ayudados por modernísimos escenarios computarizados que muestran escenas que solo era posible imaginarla de la mano de algún dibujante.

Ya no nos extraña que puedan existir en algún lado algún Hombre X, o Araña, o que podamos ser invisibles ayudados por algún traje, o alguna mutación de laboratorio nos transforme en Hulk o en alguno de los cuatro fantásticos.

Los medios de comunicación cada vez son más rápidos y el planeta se va quedando corto para recorrerlo.

Son apenas segundos los que tarda un tren en recorrer cientos de kilómetros, o minutos lo que tarda un avión en cruzar los continentes.

Los exploradores marinos ya no tienen océanos que descubrir por lo que ahora se aventura a ir hasta el fondo de estos, plagado de mitos y monstruos que van desmitificando pero dejando otros.

La capacidad de asombro ha ido desapareciendo, las costumbres mezclándose por el bombardeo mediático, la cantidad de aparatos disminuyendo debido a que las funciones que antes hacían diez ahora uno solo es capaz de realizarlas igual el tamaño de estos ya que la miniaturización de la mano del chip, invento de apenas cincuenta años, hace posible miles de circuitos en un espacio tan diminuto que ha hecho falta crear nuevos nombres a esas medidas.

El futuro ya está aquí y seguirá expandiéndose, somos parte del mismo y protagonistas en la carrera hacia lo inesperado. .