Candles. Una canción, una historia.

in spanish •  7 years ago 

D1107_63_050_0004_600.jpg

Fuente

Es esa sensación que te brota en el estómago como de vacío, quizás porque estas lleno de nervios, la ansiedad aturdiendo tus pensamientos. Sentía los latidos de mi corazón en la garganta como si me quisieran ahogar, y mis manos estaban heladas.

Aún así me encontré con él, nos adentramos al bosque y mientras mas caminaba menos podía pensar, pero mucho más era lo que podía sentir. Era de noche, un cielo perfecto lleno de estrellas, pero sin luna, y pensé que se había escondido en el firmamento para no sentirse cómplice de lo que estaba por suceder, pues incluso para mi era difícil de entender si estaba bien o mal, pero siendo sincero, no me quería detener.

Era una pequeña cabaña, con un agradable olor a madera y humedad, con un colchón dispuesto a cumplir con su misión; nos acomodamos en él. Nervioso, se me dificultaba el respirar, creo que él lo sabía, me devolvió el aliento mientras se acercó para besarme, me salvó de no morir afixiado.

Dijo que le parecía muy tímido para la edad que tenía, pero no fue un reproche, lo supe cuando se dispuso a desabrocharme el pantalón. El tiempo se detuvo mientras se desnudaba, su piel nacía ante mis ojos, un guerrero con una armadura brillante de piel, y más allá de su torso de marmól se encontraba en fuego las tierras de Vulcano.

Nuestras bocas se gritaban con los besos, mientras que en sus labios yo buscaba el sabor de su alma, no tenía caso seguir pensando en tonterías cuando con su boca y a hincadas, bajaba por lo más profundo de mis deseos.

Me dicidí a ser protagonista de lo que estaba sucediendo, dos volcanes en plena erupción, apagamos las velas para que la luz no fuese curiosa, soplabamos una a una con poca prisa mientras la oscuridad nos iba cubriendo con mas ganas. Dos cuerpos que se deslizan por el sudor, vidas que se funden al fuego de ese instante, almas que se encogen ante el placer y el dolor, emociones cada vez mas agitadas, pulsos alterados, voces a las que se les escapaba el placer en gemidos cuales gotas de un grifo a medio cerrar, lenguas forasteras dispuestas a ser conquistadoras de nuevos territorios. La cordura salió rodando junto a una almohada en la esquina de la cama, nada ardía mas que el frenesí de dos fuerzas colisionando cada vez con mas intensidad y la locura se cocía por la fuerza a mi cuello haciéndome un bordado rústico hecho con los dientes. El asedio fué cada vez mas fuerte, avivados por los tambores de guerra en los que se conviertieron nuestros muslos, alentando a las últimas embestidas, parecía que el mundo se fuera a desplomar en cualquier momento, el fulgor del momento se hizo presente en un éxtasis de mieles orgasmicas que se mezclaban protegidas entre nosotros dos como un tesoro recién desenterrado.

Después de eso; la calma, sumidos ante la derrota o victoria del deseo, paso la noche. Nunca seremos enamorados, nos fuímos sin preguntas, sin crítica, sin sueños rotos, sin planes, no se trata de un cuento de hadas, solo fuimos dos personas queriendo llenar el vacío de nuestros corazones, fuímos dos personas que se dieron calor por la noche, fuimos dos personas quitándose o dándose un respiro. Fuimos.

Existe la teoría de que nuestra libertad depende de la capacidad que tengamos en permanecer ocultos, un bosque por la noche es ideal, pero ante nuestra conciencia, cruel juez de nosotros mismos, solo nos basta con soplar las velas.

Authors get paid when people like you upvote their post.
If you enjoyed what you read here, create your account today and start earning FREE STEEM!